Coviñas: la ilusión de 3000 familias que hacen latir un territorio

Jaime Nicolau

En el mundo agrícola hay muchos modelos de éxito. El cooperativo es uno de los más arraigados en la Comunitat Valenciana. Y si vamos más concretamente al sector del vino, encontramos proyectos que ponen en valor el trabajar juntos por un objetivo, que han logrado que sus vinos miren a los ojos a todos los que le rodean en un mundo absolutamente globalizado. Si miramos la zona productora de Utiel-Requena, Coviñas alza la voz como el proyecto que aglutina la ilusión de 3000 familias convencidas de que la enorme y milenaria tradición vinícola de la zona es una apuesta de presente y futuro, como lo fue en el pasado… para cientos de generaciones.

Y es que la historia de la comarca de Requena-Utiel siempre ha ido de la mano con la historia del vino. Pero hace poco más de medio siglo, diez cooperativas deciden unirse para conformar Coviñas con el objetivo claro de apostar por el embotellado y la comercialización. Aquellos socios tomaron entonces una decisión de presente que cambió el futuro de las generaciones venideras. Hoy son 3000 familias las que hay detrás de un proyecto que se ha convertido claramente en el motor socioeconómico de la comarca.

De sus entrañas nació en 1967 el primer vino embotellado de la comarca, el Vino de la Reina. En la década de los 80 ese vino pasa a llamarse Enterizo, una marca que hoy es referencia e historia del vino valenciano. Durante estos años la autóctona bobal ha desarrollado un papel estelar dentro de Grupo Coviñas. En la última década, esta casta ha ido creciendo en prestigio a nivel internacional, convirtiéndose en uno de los factores diferenciales de la Denominación de Origen Utiel-Requena, de la que Grupo Coviñas es un pilar muy importante. Esa apuesta por la bobal es hoy una de las señas de identidad de la cooperativa. Bobales con tipicidad nacidos de bellos proyectos en los que Coviñas ha involucrado a sus socios en pos de la máxima calidad de esos viñedos viejos en vaso y seco que son un patrimonio que hay que salvaguardar. Una variedad de la que también se obtiene unos fantásticos rosados ​​a los que la cooperativa requenense siempre ha mimado de manera especial. Y sin olvidar el mundo del cava y las infinitas posibilidades que este producto ha partido a Requena. Coviñas también ha entrado de lleno en materia de cava con productos que han logrado importantes reconocimientos a nivel mundial.

Pero toda esta estrategia se tangibiliza con el trabajo en la calle, en el mercado, en el mundo. Jorge Srougi lo sabe bien, es director general de Coviñas. «Una muestra de que Coviñas es el motor económico de la zona es que actualmente estamos vendiendo más de 16 millones de botellas, estando presente en más de 30 países, en los cinco continentes. Países tan dispares como Holanda, Japón, Australia, Brasil… Coviñas está representada en todo el mundo y para nosotros es un orgullo. Se dice que cada dos segundos se abre una botella de Coviñas en algún rincón del mundo», nos explicaba en una entrevista. «La estrategia es una expansión continua y sostenible con la idea de conseguir embotellar todo el vino que producen nuestros socios e ir creciendo tanto en España como en el resto del mundo», añade convencido de que el mensaje de Coviñas cala. «La esencia de Coviñas cuando viajamos por el mundo es muy fácil de contar. Coviñas tiene verdad y da igual si las cuentas en Japón, Bélgica o Alemania. Tenemos 3000 familias detrás de nosotros, millas de hectáreas de viñedo propio, diez cooperativas elaborando vinos de una excelente calidad-precio que conseguimos llevar por todo el mundo… Cuando la gente abre una botella de Coviñas y conseguimos contarle quiénes somos, los tenemos para siempre », concluye.

Y es que Srougi tiene ante sí un importante reto para liderar un proyecto que conoce bien. Con una situación coyuntural actual compleja por los conflictos bélicos que afectan a mercados importantes en una etapa pospandémica, se percibe en Coviñas una ampliación de la exportación, a la que la firma destina el 80% de su producción, incorporando nuevos mercados. Del mismo modo, el canal HORECA en el mercado nacional también muestra síntomas de recuperación experimentando una clara tendencia alza.

Bodegas Coviñas ha aprovechado esta situación coyuntural para reorganizar sus marcas y mercados y realizar un restyling global que mantuviese la esencia de sus vinos, pero adaptase su diseño y packaging al nuevo consumidor. De este modo, se refuerza con una estrategia comercial expansiva, liderada por el nuevo director general Jorge Srougi, que permitirá  consolidar la marca en los mercados internacionales y devuelva al grupo a las cifras de crecimiento habituales, lo que hará que el sueño de 3000 familias… siga haciendo latir un territorio al ritmo que marca la viña, llevando la bandera de un territorio por medio mundo, para mostrar con orgullo el trabajo de sus gentes.

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