La fuerza del vino tumba dos parques de placas solares

Texto: Jaime Nicolau y Olga Briasco / Fotos: Fernando Murad

La fuerza del lobo está en la manada. La del vino, está en la unión de los viticultores. Es la moraleja de una historia que, de momento, escribe un final feliz. Y es que los viticultores que conforman la Asociación Terres dels Alforins se movilizaron a comienzos de este 2021, para intentar salvar el patrimonio paisajístico, cultural e histórico de uno de los rincones más bellos de la Comunitat que se encontraba amenazado por la voracidad de los promotores de energías renovables (el boom de las renovables) e intentar que su implantación, absolutamente necesaria para la sostenibilidad del planeta (y que no solo defienden, sino que practican) se hiciera de una manera ordenada sin avasallar un patrimonio territorial con más de 3000 años de historia.

Corría el mes de febrero, y unos negros nubarrones comenzaron a planear sobre el bello territorio de Terres dels Alforins en forma de parques de placas solares de enormes extensiones. Hoy parecen dispersarse sin apenas haber dejado una gota, cuando amenazaba DANA. Las demandas de los viticultores de la zona, que han movido cielo y tierra para ser escuchados por la administración en pos de garantizar el futuro de un territorio protegido, de belleza paisajística inigualable y que atrae cada año a decenas de miles de visitantes hasta esas tierras del interior de la provincia de Valencia, parecen haber llegado a buen puerto y el sentido común ha imperado.

Fuentes consultadas de la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, que encabeza el socialista Arcadi España, confirmaban ayer a Valencia Plaza que los proyectos Encina 1 y Encina 2, junto a otros tres, han sido tumbados casi de manera irreversible pues las promotoras deberían presentar de nuevo los proyectos totalmente modificados. Y de manera oficiosa porque no es su competencia, la conselleria de Agricultura, también ha hecho llegar a los bodegueros su satisfacción por el importante logro.

Y es que desde que corriera como la pólvora la visita a la zona de inversores ofertando cantidades ingentes a los agricultores para la instalación de parques fotovoltaicos el colectivo de bodegas de esta zona bautizada antaño como «La Toscana Valenciana» se puso en pie de guerra y movilizó sus huestes como solo ellos son capaces de hacer: poniendo todo el corazón, el alma y la energía en seguir demostrando que la cultura del vino, las tradiciones y el territorio merecen ser respetados, para poder ser disfrutados de generación en generación. Algo que viene ocurriendo desde hace casi 3000 años. Esa es la esencia de Terres dels Alforins, que cada año recibe la visita de decenas de miles de turistas atraídos por el agroturismo para disfrutar de experiencias mágicas. Seguramente sin esta Asociación, el final de esta historia hubiera sido otro.

Las movilizaciones comenzaron con un vídeo que rápidamente se hizo viral, con el eslogan: «Som Les Terres dels Alforins y solo pedimos respeto». Después llegó la visita de Francesc Colomer, Secretario Autonómico de Turismo que fue el primer político en alzar la voz públicamente contra la barbaridad que supondría alterar un paisaje que él considera «patrimonio de todos los valencianos». En una multitudinaria rueda de prensa celebrada en el Poblado Íbero de La Bastida de les Alcusses, con la directora del Poblado ejerciendo de anfitriona, Colomer dio varios titulares y se comprometió a establecer un puente con el resto de consellerias implicadas (Agricultura y Desarrollo Rural). Ese día comenzó a ganarse la primera batalla, aunque queda guerra. “Si hay un paisaje emblemático, productivo y competitivo es Terres dels Alforins, un paisaje con un componente mágico. Entre todos hay que conjurarse para que este paisaje y esta problemática tengan un desenlace feliz, ya que hablamos de un territorio que considero la joya de la corona”, señalaba el secretario autonómico. Esa día comenzó a escribirse el final feliz de esta historia. Fue el 29 de abril, e incluso algún viticultor propuso celebrarlo cada año como «San Francesc Colomer». La jornada fue histórica, con el secretario autonómico recorriendo bodega por bodega todo el territorio.

En la misma línea comenzaron a manifestarse el resto de consellerias implicadas. Immaculada Orozco, secretaria Autonómica de Política Territorial, Urbanismo y Paisaje, lanzaba un mensaje en la misma línea: «El valor de una tierra no debería ser sustituido por las necesidades para la transición energética». Reforzando el mensaje de la necesidad de apostar por la sostenibilidad pero de una manera ordenada. Orozco iba más allá, y aprovechaba una entrevista concedida a 5barricas y Valencia Plaza para anunciar la puesta en marcha de unas directrices y recomendaciones bajo el título Objetivos de calidad e instrucciones técnicas para la ordenación y gestión de los paisajes de relevancia regional de la Comunitat Valenciana. Al tiempo, los alcaldes de las tres poblaciones de Terres dels Alforins (La Font de la Figuera, Moixent y Fontanars dels Alforins) se movilizaban del lado de los viticultores. Incluso en el caso de La Font y Moixent modificando su Plan General de Ordenación Urbana.

Y la administración se puso en marcha. Poco a poco Terres dels Alforins fue recibiendo visitas, después de innumerables y extensas reuniones telemáticas. El conseller Arcadi España visitó Moixent junto a su secretaria autonómica y sus directores generales, como también lo hizo la consellera Mireia Mollà y sus directores generales Roger Llanes y Paula Tuzón o la de Economía encabezada por el conseller Rafael Climent. Había voluntad de ordenar esa transición energética y no podía ser a cualquier precio.

Hoy la noticia es celebrada como una pequeña victoria. Pero esta nunca hubiera sido posible sin la unión de todos. Con Terres dels Alforins tirando del carro junto a los alcaldes, las gentes de estas tierras mágicas… todos ellos sacando tiempo y fuerzas de donde no las había para defender una causa que aman. Su tierra. Les Terres. Las que pidieron respeto y se lo han ganado. La fuerza del lobo está en la manada.

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