20 junio, 2024
Pedro G. Mocholí
Las playas de La Punta y Pinedo estuvieron muy presentes en mi infancia. La proximidad de ambas con la casa de mis abuelos maternos hizo que fueran las primeras playas en las que me bañé con apenas un año.
Ambas tenían vida y estaban llenas de merenderos que, sin duda, animaban su día a día para que esa vida se prolongara. Recuerdo que ya siendo un mozalbete mi abuelo Pere me llevaba a ver las carreras de caballos que se celebraban durante las tardes de los meses de julio y agosto, y allí pasé inolvidables tardes.
Pasaron los años y, poco a poco, todo aquello se fue perdiendo recordándonos el poema de William Wordsworth (una importante figura del romanticismo inglés) en el que dice: “Aunque ya nada pueda devolvernos la hora del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, debemos afligirnos, porque la belleza subsiste en el recuerdo”, que sirvió para que Elia Kazan diera forma a una de las películas más bellas en la historia del cine: Esplendor en la Hierba.
Por ello, soy feliz de recordarlo, de haberlo vivido, y ahora que tengo nietos me gustaría hacer aquello que hacía Pere llevándome a un sinfín de lugares y sitios, la mayoría de ellos, tristemente desaparecidos.
Por fortuna, la playa de Pinedo ha subsistido a la vorágine del insaciable Puerto de Valencia, y los antiguos merenderos que allí se daban cita, con la creación del paseo marítimo ha pasado a ser restaurantes con personalidad y un sinfín de comodidades.
De los locales que llevan años trabajando y transmitiendo una gastronomía contemporánea muy unida a las tradiciones de la huerta valenciana encontramos La Ferrera, un establecimiento afamado por su arroces. No olvidemos que en 2020 este restaurante ganó la 1ª Edición World Paella Day Cup, y esa merecida fama, no es más que la punta de un iceberg gastronómico que a diario nos ofrecen.
Sentado en una de las mesas que dan a la playa recuerdo aquellas interminables tardes de verano cuando los elegantes rocines la recorrían a galope, casi volando sobre la arena.
La primera opción que tenemos de lunes a viernes es el Menú del Día, donde encuentras tres platos a compartir en el centro de la mesa y luego dos arroces. El menú también incluye postre, café y pan; lo único que no incluye es la bebida, y su precio es de 25 € IVA incluido.
Los platos que se han ofrecido en el menú de esta semana han sido: ensalada de burrata, verdura escalivada y capellanets ahumados, pani puri de titaina de atún y brocheta de rape y pulpo al estilo mediterráneo.
Los arroces han sido: arroz de blanquet, sepia y tirabeques, o arroz de cangrejo azul y tomates secos. Los postres: tarta fina de manzana, frutos secos y helado de vainilla: panna cotta de leche ahumada y fresas en escabeche.
Si lo desean pueden recurrir a la carta, donde como he comentado, los platos se basan en el inmenso recetario de la cocina de mercado y mediterránea.
Ahora que estamos en temporada, lo mejor es pedir unas clóchinas al vapor con un excelente punto de jugosidad y un caldo resultón ideal para, o bien mojar o tomarlo como si fuera un consomé.
No falta la sepia de playa sucia, donde la frescura sobresale de manera natural, gracias a la salsa Mery (perejil y ajo machacado, aderezado con aceite de oliva) que le acompaña. También destacan los chipirones rebozados y acompañados con all i oli de frutos rojos.
Los primeros raons o “Loritos” (como son conocidos popularmente) ya pasean por la recomendaciones. Nos los presentan a la plancha, consiguiendo un ideal punto crujiente en la piel, mientras que la carne es una delicia de sabor y de suculencia.
No se pierdan las croquetas de gambas. Gracias a esa meritoria bechamel y al punto crujiente de rebozado. Y ahora que estamos en su momento álgido no podemos perdernos el tomate valenciano acompañado de cebolla morada encurtida, piparras, alcaparras, mojama de almadraba y atún de Santoña en aceite.
La variedad de arroces es notable: paella de pato, setas y foie; arroz de puchero, arroz al horno servido en calabaza, arroz de verdura, arroz del Senyoret, arroz negro con sepionets y ajos tiernos, arroz de marisco, arroz de bogavante, arroz de carabineros.
También nos ofrecen la tradicional paella valenciana; pollo, conejo, verduras, pero hay que reservarla con un día de antelación.
De mi última visita (la semana pasada), fue un arroz de conejo con caracoles al más puro estilo del interior de Alicante.
Un arroz con una impecable carga de sabor y punto del arroz único, envidiable, casi irrepetible e inolvidable. Manteniendo un nivel de cocina magnífico y manteniendo el nivel de cocina arrocera que les hizo ganar el World Paella Day Cup.
Pero la amplitud de su oferta es muy variada y, si no desean un arroz, tienen varios opciones: fritada de bogavante, rodaballo a la Donostiarra con verdura salteada, corvina o un entrecot de ternera madura de Vacum.
El apartado dulce también lo han afilado, encontrando la torrija de horchata con helado de leche merengada; el milhojas caramelizado a la crema pastelera, tiramisú de dulce de leche, tarta de queso Gorgonzola, chocolate y avellana, Lemon Pie y, si lo desean, una bandeja de verdura de temporada.
Yo les recomiendo el tiramisú de dulce de leche.
La bodega sigue creciendo, encontrando vinos muy notables, sobre todo en las variedades blancas y en el apartado de espumosos. Nosotros seguimos fieles a Cullerot, el vino de Pablo Calatayud que proviene de Terres dels Alforins.
La cocina de La Ferrera mantiene un gran nivel desde que abrió, y en todas mis visitas repiten ese estigma. Tengo que reconocer, y no me duelen prendas, que la oferta de arroces es de los más fiables de Valencia, y es uno de mis primeros pensamientos a la hora de ir a comer un arroz.
La Ferrera. Paseo de la Playa de Pinedo, s/n. Tel.… 963 24 80 10. Pinedo (Valencia).
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