«La Comunitat Valenciana lo tiene todo para seducir y sorprender al enoturista»

Jaime Nicolau

El enoturismo en la Comunitat Valenciana ha cogido la ola buena. Surfea el Mediterráneo en plena cresta y no piensa bajarse. Al albergo de todo lo ocurrido en la pandemia con las limitaciones geográficas, la creciente calidad de la oferta, la suma de proyectos emprendedores y la amplísima tradición e historia del mundo del vino en estas tierras que se remonta miles de años reciben también el abrazo de una de las gastronomías más ricas del mundo. Y eso más que una suma es una multiplicación.  María Miñano, bodeguera del grupo alicantino MG Wines, lleva las riendas del enoturismo valenciano (es la presidenta de la Federación de Enoturismo de la Comunitat Valenciana), al tiempo que preside la Ruta del Vino de Alicante. Hablamos con ella de este dulce momento en el que las experiencias enogastronómicas tiran de un turista ávido de vivencias únicas, diferentes e inolvidables.

5barricas.- En una comunidad como la nuestra, turística al 100%, ¿qué papel empieza a tener el enoturismo?

María Miñano.- Yo creo que el enoturismo en los últimos años ha cambiado bastante y lo ha hecho porque las personas que viajamos buscamos experiencias diferentes a la hora de disfrutar de nuestros viajes. Todo lo relacionado con el turismo de interior, el campo, la naturaleza, desde la era del COVID ha cobrado una importancia mucho más relevante. Y a eso le sumamos que el enfoque que se le está dando al enoturismo no está centrado excesivamente en las bodegas, sino que es un conjunto de empresas relacionadas con esa experiencia. Yo creo que eso lo pone todavía mucho más en valor. Ya no solamente la bodega, sino es la bodega, es el restaurante, son los hoteles, son las empresas de turismo activo, las vinotecas… un abanico de empresas y de actividades que se pueden realizar y hace que tenga mucha más relevancia. Creo que el concepto de enoturismo hoy en día está cambiando mucho, ya no es solamente la visita. Todo el complemento de la zona, del municipio, del territorio, de la cultura, del patrimonio… y luego de la oferta privada que lo complementa. Vamos más hacia un turismo enogastronómico. El vino es ese hilo conductor que nos enlaza a cada una de las empresas que conforman tanto las rutas del vino como la Federación, que es la suma de las cuatro rutas.

5b.- ¿Con qué objetivo nace la Federación de Enoturismo de la Comunitat Valenciana?

M.M.- Con el de aunar todas las ofertas turísticas que tiene el territorio a nivel de la Comunitat Valenciana. Consideramos en su momento que era importante ya en el 2018. Era importante aunar todas esas ofertas que estábamos poniendo cada una de las regiones de la provincia y bueno, pues por eso nació la Federación, con el objetivo de ser palanca del excelente trabajo de cada ruta. Es también poner en valor nuestras denominaciones de origen que son históricas. Tenemos una denominación de origen que lleva desde 1510 (Alicante), y eso nos posiciona con fuerza en el mapa vinícola, con mucho peso y mucha relevancia. En la Federación trabajamos a partir de esa promoción del patrimonio vitivinícola y del vino, pero también en la formación de nuestros asociados y la comercialización, por supuesto, de las experiencias enoturísticas recogidas en el catálogo ‘Es Enoturismo’.

5b.- ¿Es la calidad de la oferta la que marca el presente y el futuro?

M.M.- Por supuesto. De hecho cada vez las empresas estamos sometidas a más controles de calidad relacionados con la parte turística. Al final esa calidad lo único que hace es poner en valor los sistemas de trabajo que en la mayoría de las empresas estamos llevando a cabo y es cierto que eso se traduce en una mejor atención, en un mejor servicio, en un mejor producto y en que el cliente tenga una experiencia mucho más satisfactoria.

5b.- ¿Cuál es el perfil del enoturista actual?

M. M.- Principalmente busca vivir una experiencia que le impacte de alguna manera. Lo bueno que tiene todo lo relacionado con el vino es que pone a flor de piel absolutamente todos nuestros sentidos. Y eso hace que  la persona que nos visita sienta muchas emociones a nivel visual, olfativo, gustativo, al tacto… el patrimonio es tan rico que yo creo que cubre todas esas expectativas a nivel emocional. También percibimos que es un enoturista un poquito más joven al que estábamos acostumbrados, gente con mucha más dinámica que busca que le sorprendas. Un winelover enamorado de algo relacionado con el vino que no tiene por qué ser el producto. También hemos percibido que quizás antes se hacían más visitas grupales y ahora son más reducidas en pareja, en familia… porque al sumar una oferta mucho más variada pues te abre a un público más general, incluso con niños se están haciendo un montón de actividades. En el momento que relacionas el enoturismo con el contexto, el patrimonio, la cultura, la naturaleza o la gastronomía pues estás haciendo que fije la mirada en el enoturismo mucho más público. En cuanto al perfil socioeconómico yo creo que también está cambiando y que las personas están invirtiendo más dinero en todas esas experiencias. Buscan una mayor calidad aunque tengan que pagar más.

5b.- Ahondando en lo que dices y según las estadísticas de ACEVIN, el enoturista gasta mucho más que otro tipo de visitante…

M.M.- Claramente es así. Están dispuestos a gastarse el dinero siempre y cuando la experiencia les valga la pena, porque aprecian mucho esa calidad y están dispuestos a pagarla. Yo diría que no solamente es que la aprecian, es que la buscan. Y yo creo que ahí es donde cobra peso esa vinculación con la parte gastronómica, que ha ayudado mucho al enoturismo de la Comunitat Valenciana.

5b.- ¿Hay un antes y un después de la pandemia para el enoturismo?

M.M.- Rotundamente sí. Todo el tiempo que hemos estado con limitaciones geográficas ha hecho que nosotros mismos busquemos experiencias cercanas a nuestro lugar de residencia poniendo en valor la riqueza patrimonial que tenemos en los entornos muy próximos que estaban ahí pero no le prestábamos la atención que merecía. Y además, eso ha hecho que todos los agentes nos pongamos las pilas. No solo las empresas privadas, sino también los ayuntamientos para poner en valor esa parte del patrimonio cultural, natural o histórico haciendo que cada vez haya más actividades y más servicios.

5b.- ¿Está llenando el enoturismo las calles de los pueblos?

M.M.- El enoturismo está ayudando mucho a la economía circular. Pero ya no solamente por traer al turista que nos visita, que por supuesto es fundamental, sino porque también estamos generando puestos de trabajo en las zonas de interior. Al final las bodegas, en un porcentaje altísimo, estamos en zonas muy de interior, en pueblos más pequeños que se estaban vaciando. Y toda la actividad que llevamos a cabo, las bodegas y todas las empresas que están relacionadas con el enoturismo, hacen que cada vez haya más vida en esos pueblos y en los pueblos de alrededor también.

5b.- ¿Es el enoturismo el último tren para la España vaciada?

M.M.- Yo no creo que sea el último tren, porque seguro que pasan otros trenes en el futuro. Lo que sí es cierto es que es el que tenemos ahora mismo y la oportunidad que hay que aprovechar, para que poco a poco todas esas zonas vayan recuperando población porque necesitamos de esos puestos de trabajo, necesitamos de esos servicios… los pueblos necesitan dotarse de servicios para que la gente vuelva y sea un atractivo a nivel de residencia. El enoturismo está ayudando enormemente a que se hayan puesto en valor esos pueblos de interior.

5b.- ¿Qué ofrece la Comunitat Valenciana para ser el destino enoturístico perfecto?

M.M.- La Comunitat Valenciana lo tiene todo para seducir y sorprender al enoturista. Tenemos el privilegio de tener el mundo del vino perfectamente vertebrado de Norte a Sur y de Este a Oeste de la Comunitat con tres Denominaciones de Origen y una IGP. Y además de ese territorio perfectamente vertebrado, creo que el enoturista en ocasiones viene única y exclusivamente a ese turismo del vino y, otras veces, pues es enoturista mientras  disfruta de otro tipo de vacaciones. Tenemos la suerte de, en muy pocos kilómetros, poder disfrutar de esa parte de sol y playa y de esa parte de turismo de interior. Tenemos un patrimonio vitivinícola espectacular de Norte a Sur. A nivel cultural, exactamente igual en cada una de las rutas del vino, tanto Utiel-requena como Castellón, Valencia o Alicante tienen un patrimonio cultural también brutal. Estoy completamente convencida de que lo tenemos absolutamente todo para cautivar al visitante.

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