24 diciembre, 2017
El cava es un producto que ayuda considerablemente a digerir cenas copiosas como puede resultar la de esta noche. Parece que se acabe el mundo y que tengamos que comernos por obligación medio mar, la mitad del stock de cochinillos y corderos de España y todos los panecillos de canapés del lineal del supermercado. Y mañana una sopita del tradicional cocido para arreglar el cuerpo.
Pues bien, cenar con cava no es sólo recomendable por el disfrute en sí del producto en cuestión. También ayuda a poner filtros importantes a esa mezcla de sabores, limpiando el paladar con cada trago, además de su efecto digestivo. Así que nos ponemos manos a la obra con los con recomendaciones para acompañar el menú.
Yo si fuera usted abriría fuego con un cava rosado, fresco y de color inmaculado para los aperitivos. Vega Medien Rosé, de Unión Vinícola del Este puede ser una de las recomendaciones más acertadas de este año, pues ha ganado prestigiosos concursos con una relación calidad/precio mucho más ajustada que sus rivales en los mismos. Es un cava de color grosella con reflejos rojizos, luminoso, de burbuja fina, persistente y elegante. De intensa fragancia, despliega aromas de fruta roja madura sobre un fondo de pastelería y mokka con sutiles notas cítricas. Textura cremosa, amplio y persistente en boca. Acidez equilibrada, con ligeros recuerdos a pan de centeno y final largo.
Cuando comience el desfile de gambas, langostinos, cigalas y demás yo iría a por una botella de Roxanne de Chozas Carrascal, un cava cañero, como la canción de The Police. De color amarillo pajizo con reflejos dorados. Limpio y brillante. Burbuja fina y persistente. En nariz es intenso, frutal y delicado. Con recuerdos a manzana, albaricoque y frutas tropicales. Suaves matices a la flor del magnolio, tostados y crema pastelera. En boca resulta fresco y voluminoso. Buena estructura, burbuja fina y bien integrada. Acidez equilibrada, persistente y elegante.
El marisco deja paso al plato de pescado. Allí toca un acierto seguro. Hispano Suizas y su Tantum Ergo Chardonnay y Pinot Noir. Uno de los cavas más laureados de España. Es de color amarillo dorado intenso. En nariz, es de intensidad muy alta, recordando aromas de fruta blanca madura, con matices de bollería y frutos secos con un ligero fondo de vainilla. Su sabor es potente, cremoso, con mucha amplitud y complejidad en boca que le da un final muy largo y una acidez equilibrada.
Pero aún queda dos platos contundentes. Primero la carne. Para ella nos vamos a otro enorme valor seguro. Vamos con Dominio de la Vega Reserva Especial, uno de los cavas más emblemáticos de cuantos se producen en Requena. De color amarillo pálido y de burbuja fina e integrada. Gran complejidad aromática en la cual podemos encontrar recuerdos a bollería, con notas frescas de fruta blanca, cremas y vainillados. En boca se presenta con una entrada untuosa, redonda y muy agradable, de buena constitución y carbónico equilibrado. Final cremoso, largo y agradable.
Y para el momento dulce, si es que nos caben, de la noche volvemos a un rosado, en esta ocasión rosa palo. Pago de Tharsys Millèsime Rosé. De la selección de la mejor garnacha, se realiza este cava reserva elegante y suave color rosa salmón pálido. Exquisito en el paladar con un aroma único de frutas rojas. Permanece al menos 24 meses en rima, dando lugar a un cava que destaca por su limpidez y elegancia.
Y así, con una copa y no más de cada uno que hay que beber con moderación (también comer pero eso se recuerda poco), habremos cerrado una noche de cena abundante que mañana agradeceremos. Las burbujas serán nuestras aliadas y de nuestros estómagos.
FELIZ NOCHEBUENA!
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