16 octubre, 2017
La Denominación de Origen Protegida Jumilla ha duplicado durante la última década su volumen de comercialización de vino embotellado, pasando de algo más de 14 millones de botellas a casi 30.
Estas cifras avalan la extraordinaria trayectoria de las 47 bodegas inscritas en una de las denominaciones de origen más antiguas de España –el año pasado conmemoró su 50 aniversario– y la tercera en extensión del país, que abarca, además, dos comunidades autónomas: Murcia y Castilla-La Mancha (Albacete).
«El potencial de los vinos jumillanos procede de la calidad de la variedad Monastrell, autóctona de una zona que se caracteriza por sus suelos cálizos de secano en el 80% de su superficie», señala Pedro Lencina, presidente del Consejo Regulador de la DOP Jumilla.
Lencina destaca también el «esfuerzo» realizado por los más de dos mil viticultores inscritos y por las bodegas. «Todos ellos han apostado por la calidad», afirma.
El proceso de transformación de la DOP Jumilla pasa, además, por la ampliación de los mercados internacionales, labor que corresponde a los bodegueros y que se ha logrado alcanzar «innovando hasta llegar a todos los continentes con referencias competitivas que nos están abriendo la puerta de los principales países».
La exportación de los Vinos de Jumilla llega en la actualidad a cuatro de los cinco continentes. Los países donde más se valora la Monastrell, variedad autóctona de la zona, son Estados Unidos, China, Reino Unido, Alemania, Japón y Canadá.
La aceptación internacional de los vinos jumillanos «es tal que la comercialización internacional ha superado desde hace años el volumen vendido en España, haciendo si cabe a esta DOP más universal que nunca».
Se advierte al usuario del uso de cookies propias y de terceros de personalización y de análisis al navegar por esta página web para mejorar nuestros servicios y recopilar información estrictamente estadística de la navegación en nuestro sitio web.
0 comentarios en