1 febrero, 2017
«Hoy la gente bebe menos pero bebe vinos de mayor calidad»
Mª Carmen González
Los vinos de pago de Dehesa del Carrizal son conocidos y están presentes en los cinco continentes. Su calidad ha sido avalada durante sus años de existencia tanto por los consumidores como por los premios recibidos. De hecho, uno de sus vinos, el Petit Verdot 2010 fue galardonado en 2014 con el Gran Bacchus de Oro, lo que viene a ser lo mismo que ser elegido mejor vino de España.
Hoy hablamos con Juan José Tarud, su Jefe de Ventas, quien destaca el «buen año» que ha tenido la bodega ciudadrealeña, «tanto a nivel nacional como internacional» y se muestra optimista de cara al 2017 que acaba de comenzar. «Queremos expandirnos en el mercado asiático, donde el vino español cada día gana mayor prestigio». Así, en países como China, Japón, Taiwán o Corea del Sur cada vez tienen mayor presencia los vinos de calidad españoles y, entre ellos, los de Dehesa de Carrizal.
En este sentido, Tarud explica que en China tradicionalmente, «se ha visto a los vinos españoles como vinos de ‘entrada'», ya que mayoritariamente «llegaban de granel embotellados con etiquetas personalizadas» para ese mercado. «No eran los vinos que acostumbramos a ver en España», comenta. Sin embargo, esta tendencia ha cambiado en los últimos años y al gigante asiático están llegando cada vez vinos españoles de mayor calidad. «Los distribuidores los están reclamando; hoy están dispuestos a pagar más por los vinos buscando calidad».
Así, afirma, «se está produciendo un repunte» de los vinos españoles que se prolongará en los próximos años, «hasta que los chinos empiecen a hacer buenos vinos». China, según explica, es el tercer país en superficie vinícola y está invirtiendo muchísimo, con los mejores profesionales, en perfeccionar sus vinos. No obstante, no cree que puedan llegar a autoabastecerse de estos vinos de mayor calidad hasta pasada una década, tiempo durante el cual los vinos españoles van a vivir una buena época. Posteriormente, augura, el país asiático «importará menos», si bien el descenso de ventas afectaría más a los graneles que a la alta calidad. Y es que, según destaca, la relación calidad-precio de los vinos españoles «es mejor que la de franceses e italianos».
Japón, por su parte, es un «buen mercado» para los vinos de pago de Dehesa del Carrizal. «Allí gusta mucho lo español y ya, desde un primer momento, lo que se introdujo en aquel país, al contrario que en China, fueron vinos de calidad». Precisamente, la bodega ciudadrealeña tiene programadas próximamente diferentes actividades en el país nipón, entre ellas varias comidas con maridaje.
Hablando de mercados internacionales, preguntamos a Tarud por la influencia que el brexit puede tener en su bodega y en las ventas de vinos españoles en general. «Por ahora no se han visto grandes cambios, aunque es difícil saber qué se acordará respecto a los aranceles», indica.
Parece ser que la crisis va quedando atrás, aunque reconoce que la situación económica sí ha afectado a vinos de calidad como los suyos. No obstante, afirma, el consumo «no se ha visto afectado tanto como la calidad del vino que la gente prefiere». «Hoy la gente bebe menos, pero bebe vinos de mayor calidad, y esto es totalmente beneficioso para bodegas como la nuestra».
El año 2016 fue, para Dehesa del Carrizal, un buen año. «Gracias a un pequeño aumento en nuestra producción hemos concretado nuevos distribuidores dentro de España, lo que antes nos era imposible debido a la demanda internacional». En 2017, recalca, es prioridad la expansión en el importante mercado asiático.
Tarud está orgulloso de la calidad de los vinos de Dehesa de Carrizal. «El vino de pago para nosotros es una filosofía; la guía de cómo elaborar nuestros vinos en armonía con la tierra, bajo los estándares de calidad más estrictos que existen al día de hoy».
De entre sus caldos destaca el Petit Verdot 2010, galardonado con el Bacchus de Oro. Este reconocimiento supuso, en su momento, «una demanda explosiva por ese vino», pero también causó «intriga a probar las otras propuestas que tenemos» y «para que la gente entendiera que nuestros vinos son diferentes y singulares; muy distintos uno del otro».
Dehesa del Carrizal está situada en un lugar privilegiado, entre las cuencas del Tajo y el Guadiana, junto al Parque Nacional de Cabañeros. El enoturismo, por tanto, es una gran baza de la bodega, aunque como explica Tarud «no es tan importante en clave ventas, como lo es el poder acercar a la gente a la bodega, que vean con sus propios ojos cómo trabajamos, la magia de la finca y los métodos aplicados». Y es que, según destaca, utilizan «métodos artesanales con los más estrictos estándares» de calidad. «Visitar nuestro Pago –concluye– es una experiencia única».
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