José Agustín Martínez: El Ángel Nº12

José Agustín Martínez, con José Fita, presidente de La Viña.

Llegó a la dirección de una de las firmas más notables del vino en la Comunitat Valenciana, La Viña, para potenciar la faceta empresarial y contar al mundo las bondades de una bodega excepcional. También debía contagiar a toda la cooperativa de un sentimiento de pertenencia del que había que presumir y gritarlo bien alto. El balance de estos años ha sido tremendamente positivo y la bodega de La Font de La Figuera se ha asentado como referencia obligada de los vinos de calidad del mediterráneo español.

De carácter amable y tranquilo, José Agustín Martínez ha trasladado su formación en psicología, su especialización en marketing y ese carácter amable del que siempre ha hecho gala a una empresa vinícola. Siempre dispuesto, con la sonrisa permanente dibujada en su rostro. Nunca un no por respuesta. Siempre sumar y nunca restar, sabiendo escuchar.

Uno de sus éxitos más tangibles es su enorme capacidad para hacer equipo. ¡Y qué equipo! Fita, Rosendo, Jorge, Alicia, Sergio… y todo el equipo de Anecoop, hoy todos suenan como una orquesta perfectamente afinada. Él marcó la senda y convenció a «sus hombres y mujeres» de cuál era el camino. Después le tocó convencer a los socios, que es la parte más complicada del modelo cooperativo. Hay que ponerlos a todos de acuerdo. Y lo hizo. Y así comenzaron a construir un proyecto excepcional en el que cada una de las piezas sigue el plan establecido convencidos de que aquel que les guía sabe lo que hace.

El segundo de sus objetivos, directamente relacionado con el primero, contar al mundo todo ese excelente trabajo. Apoyarse en su querido marketing para «abrir el proyecto al exterior». Y llegó la firme apuesta por el enoturismo, viajando por media España para ver cómo trabajaban otras zonas que nos llevaban algunos años de ventaja en la materia. Y nació el proyecto de enoturismo de La Viña, lleno de esencia y de verdad. Y la cooperativa se abrió definitivamente al mundo.

Y llegó también entonces nuestro papel, el de los medios. Desde el primer café la conexión fue total. Era imposible lo contrario. Y nos reafirmó en nuestras convicciones de que teníamos un papel importante en esa tarea de contar las bondades de los vinos de La Viña al mundo. De los vinos valencianos al mundo. Porque la generosidad es otro de los atributos que le han acompañado.

José Agustín, junto a Pablo Calatayud y Pep Gramage, en la visita a Javier Mariscal para encargarle el mapa de Terres dels Alforins.

Y no queremos olvidarnos, como tampoco lo quieren hacer sus colegas bodegueros, de su implicación en el nacimiento de otra gran obra, la Associació de Viticultors de Terres dels Alforins.

Y podríamos no parar. Podríamos seguir escribiendo durante horas y nos quedaríamos cortos. Me quiero quedar con esa sonrisa. Con ese talante amable. Con esa facilidad para ganarse a los demás. Las grandes obras las escriben siempre grandes personas y hoy La Viña es una obra maestra.

Así que hoy, contemplando el retablo de Juan de Juanes con una copa en la mano, el Ángel Nº12 hará que se escuche una melodía de brindis que resonará para siempre, porque esta obra ya es inmortal.

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