11 septiembre, 2020
Jaime Nicolau / Foto y Vídeo: Vicent Escrivá
Es el de hoy un viaje muy especial. Por cuándo pero sobre todo por dónde. Cuándo porque en la tarde de ayer se conocieron los puntos Parker, uno de los prescriptores más influyentes del mundo en materia de vino. Y en ese artículo firmado en Wine Advocate por Luis Gutiérrez el viticultor valenciano Javi Revert ha vuelto a coronarse, logrando en su espectacular Simeta 95+ puntos, que lo convierten en uno de los mejores tintos del mundo y el más puntuado de la Comunidad Valenciana para este crítico, mientras que Micalet, 94 puntos, es el mejor blanco del sureste español. Por su parte Sensal, su vino de pueblo, alcanza los 93 puntos. Dónde porque hemos viajado al viñedo del que nacen los vinos de Javi Revert Viticultor. Un paraje único, Els Juncarejos, a los pies de la Penya Foradà de la localidad valenciana de la Font de la Figuera.
Seguimos descubriendo estos rincones mágicos de la mano de la DOP Valencia y Subaru. En esta ocasión con el Forester Hybrid como aliado. Un modelo que nos ha permitido no perdernos nada de ese mágico y poco accesible paraje en el que reposan unas viñas muy especiales en manos de este emprendedor valenciano.
El proyecto de Javi Revert respira pureza. Es viticultura y vino sin filtros ni fuegos artificiales. Hablan el vino, la viña y el lugar. Desde que apostase hace unos años por su proyecto personal, lo ha tenido claro. Recuperar parcelas de viña vieja y variedades autóctonas, algunas al borde de la desaparición, era uno de sus pilares. Soñar y diseñar viñedos en lugares donde siempre habitaron es otra, tan importante o más que la primera. Así llegamos a los pies de la Penya Foradà. A una casa de campo propiedad de sus abuelos en la que Javi corría de niño. Con su abuelo comparte la pasión por la viña. Javi habla con admiración de él. Es mutua. Parcelas mágicas de viña vieja en suelos radicalmente calcáreos se suceden. Viñas que han aprendido a vivir en condiciones extremas y a la vez son felices. Avanzamos hasta rozar con los dedos la Penya Foradà. Y se abre delante de nosotros un paraje mágico. Un viñedo organizado en perfectas terrazas que Revert ha diseñado tal y como hubiera querido encontrarlo.
Hemos llegado hasta la cota más alta con viñedo, por encima de los 800 metros. Paseamos con Javi, que se detiene y contempla lo que le ha costado mucho trabajo volver a construir. «Nos encontramos en la parcela de Las Terrazas de la Penya Foradà. Es una viña que mi abuelo dejó de trabajar hace 50 años y en 2016 decidimos recuperar. En 2018 por fin pudimos plantarla, tras un enorme trabajo de recuperar las terrazas que el monte había colonizado en esas cinco décadas. Elegimos las variedades mediterráneas Arcos y Garnacha. Estamos en una finca de suelos súper calcáreos, orientación norte, y parcelas que llegan por encima de los 800 metros en busca de la frescura en la fruta y nos proporcione vinos delicados y finos», nos explica con la calma que el lugar contagia.
«Este paraje explica muy bien las bases del proyecto. Javi Revert Viticultor se centra en las pocas hectáreas que me quedaban de las que había plantado mi bisabuelo, algunas de ellas hace más de 80 años. Viñedos cerca de las montañas, en lugar de en el valle, de variedades tradicionales. Y, por otro lado, la viña joven que estamos plantando en los últimos años en las zonas en las que me hubiera gustado encontrar el viñedo plantado. Esas zonas tradicionales, antiguas, que hace años se abandonaron por su dificultad en el laboreo como en estas terrazas en las que estamos. Es una apuesta por el lugar. Por buscar la identidad de un paraje que considero especial. Esta viña en este paraje, con esta altitud y trabajar con variedades mediterráneas de ciclo largo, me permite vendimiar pasado mediados de septiembre y que sea así siempre. Buscar zonas frescas para tener maduraciones lentas. Todo despacio. Todo sin prisa. La apuesta por las variedades mediterráneas, de ciclo más largo, te da uvas más equilibradas que maduran de manera más lenta, que luego se traslada al vino», nos cuenta mientras el entorno ha hecho el resto para que sus palabras cobren una fuerza enorme.
«Es una finca que perteneció a mi bisabuelo y después a mis abuelos. En la casita de campo que hay en medio, con mis abuelos, era el sitio de las paellas del fin de semana y tengo aquí lazos muy fuertes (se emociona). Lo que me motivó a empezar este proyecto fueron las viñas de las que nace Micalet que plantó mi bisabuelo hace 81 años. Es súper especial y un patrimonio vitícola tremendo con seis variedades antiguas sobre pie franco en suelo calcáreo con arena, muy fresco, con una pendiente pronunciada. Una viña blanca que estamos vendimiando siempre a mediados de septiembre», argumenta con los ojos más brillantes de lo habitual.
No abandonará hasta nuestra despedida esa emoción que te permite sentir lo especial del proyecto. «Mi abuelo me ha apoyado muchísimo y aprendo mucho de él. Al principio era un poco escéptico con el tema de las terrazas (ríe) porque él dejó de cultivarlas hace 50 años y me costó convencerle. Eran parcelas que se trabajaban con animales y cuando llegaron los tractores fueron a zonas más cómodas. Lo veía como una vuelta al pasado que no entendía pero poco a poco vamos comprendiendo cada uno al otro y aprendiendo ambos. Ahora ve el resultado y está muy contento. Ha sido un trabajo duro, pero el resultado merece mucho la pena», explica con la satisfacción en el rostro.
Y es que así, despacio, construye Javi Revert un proyecto al que él mismo le pone techo en 20.000 botellas. Para eso todavía falta y este emprendedor que ama a su «Font de la Figuera» lo compagina con el que lleva adelante con su amigo Víctor Marqués, con La Comarcal, y asesoramiento a otras firmas.
Esto es Simeta para Javi Revert
«Simeta está elaborado con la variedad Arcos, que hace años estaba muy extendida en la zona y actualmente quedan muy pocas hectáreas. La buena noticia es que somos varios los elaboradores que hemos apostado por ella en la zona. Es una variedad de ciclo muy largo (antiguamente se vendimiaba en noviembre), de grano gordo, de racimo grande, que da vinos muy finos, elegantes y delicados».
Por su parte Luis Gutiérrez, habla de Javi Revert en su artículo titulado «Es hora de emocionarse con Arcos, Giró y otras variedades de uva locales» de la siguiente manera (traducción del inglés): «Si no estás familiarizado con quién es Javi Revert, deberías estarlo. Pero no te preocupes, porque te voy a contar un poco de él. Creo que es uno de los jóvenes enólogos con más potencial, destinado a hacer grandes vinos. Bueno, ya los está haciendo… Trabajó en Celler del Roure en Valencia durante 11 años. Desde 2018 se ha centrado más en su proyecto personal, también en Valencia. Así, desde 2018, pasa más tiempo en sus propios viñedos y prestando más atención a los suelos para entender cómo tratar diferentes parcelas, incluso cosechando partes del mismo viñedo en diferentes momentos. Además, ha comprado dos hectáreas más de tierra que había pertenecido a su abuela, y va a plantar más viñedos nuevos. Desde 2016, tiene su pequeño proyecto personal llamado Javi Revert Viticultor. He probado todos sus vinos de 2016 y 2017, pero en 2018, hay un gran salto en calidad y precisión. Su Arcos puro, una variedad con mucho potencial, es emocionante; Simeta 2018 es ya uno de los mejores vinos del Mediterráneo, elegante, expresivo bellamente texturizado y fresco».
Pues este es el origen de Simeta y Micalet, los vinos de Javi Revert que han cautivado al hombre de Robert Parker en España.
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