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J. Vallés: «Si los vinos de Cigales se conocieran estarían en Champions»

24 julio, 2018

. «Hay varias bodegas nacionales interesadas en venir a la DO por la calidad que tienen nuestros vinos»

. «Descubrir los tintos de Cigales es algo sensacional»

Mª Carmen González

Ingeniero mecánico, empresario, investigador, escritor, dos veces Premio Nacional de Gastronomía, presidente de la Academia de Gastronomía de Castilla y León…, y defensor desde siempre de los vinos de Cigales «en todos los ámbitos gastronómicos», Julio Vallés preside desde febrero del pasado año la DO Cigales.

A sus 72 años de edad, Vallés está empeñado en descubrir al gran público el gran potencial de los vinos de Cigales, su calidad, y darlos a conocer más allá de su ámbito más cercano. Él lo tiene claro: los vinos de Cigales son «grandes desconocidos para la calidad que tienen» y cuando se conozcan «serán una gran sorpresa». «Nuestros vinos son como esos futbolistas de pueblos pequeños que cogen los grandes equipos y luego juegan la Champions«. «Si a nuestros vinos los conocieran, estarían en la Champions», insiste.

La materia prima tiene mucha ‘culpa’ en la calidad con la que salen estos vinos. «Aquí hay muy pocas cepas en espaldera, la mayoría están en vaso y son muy antiguas, con unas producciones pequeñas y unas calidades extraordinarias». Con una DO situada entre la Ribera del Duero y la de Toro, sus vinos cogen «lo mejor de cada casa». «Son vinos más elegantes que los de Toro, sin menospreciar a estos, y con más cuerpo que los Ribera», afirma.

Vallés destaca, especialmente la calidad de los rosados, el buque insignia de la DO, pero incide también en el potencial de los tintos. «Es evidente que si se hacen buenos rosados con cepas de 55 años, ¿cómo no se van a hacer buenos tintos?».

Entre sus retos se encuentran dar un giro más comercial a la DO, para que los vinos puedan conocerse y venderse más, algo que pasa por invertir en promoción, y descubrir los tintos de Cigales.

Hablamos con Julio Vallés.

P.- Lleva desde febrero de 2017 al frente de la DO, ¿qué balance hace de este tiempo?

R.- Es poco tiempo para hacer balance, pero en este tiempo he tratado de darle un giro y darle un contenido quizás mas comercial, tratar que los vinos de Cigales, que creo que son grandes desconocidos, puedan conocerse más y que eso suponga un beneficio para las bodegas y los viticultores, y podamos estar un poco más en el mercado.

P.- ¿Qué es lo más complicado de dirigir una DO como la de Cigales?

R.- Es una DO pequeña, en la que salvo diez bodegas que son más grandes, las otras 25 son muy personales, de gente que lleva haciendo vino desde hace muchos años, pero con producciones pequeñas. Es gente que no tiene grandes ambiciones comerciales ni de aumentar su producción, que podrían. Eso he intentado de involucrarles, decirles que tienen unos vinos de tanta calidad que es una pena que no hagan más.

Y es que la característica principal de esta DO es la antigüedad de sus viñas. La última cepa que se plantó fue hace 25 años. Y tenemos de 90, 100… Las que más están en producción son de 50-70 años. Estamos haciendo rosados con cepas de 55 y 60 años, fastuosos. Con unas superuvas tan impresionantes, ¿cómo puede salir un vino? Pues extraordinario.

P.- Vemos, pues, que los rosados son el buque insignia de la DO.

R.- Sí, lo son, y también los antiguos claretes. Decir Cigales era decir clarete. Ahora estamos con esta moda de los rosados, aunque muchos de ellos son realmente claretes, que son cosas diferentes. Los nuestros son vinos muy estructurados, con una gran calidad, con mucho cuerpo, complejos, muy frescos y tienen un peligro enorme, porque son muy fáciles de beber y por tanto, fácil de pasarse con ellos.

P.- Volviendo a su labor al frente de la DO, ¿cuál cree que ha sido su gran logro?

R.- Descubrir más los tintos. Estoy hablando bien de los rosados, pero los tintos ya se pasan. Una de las cosas que quise hacer y que hemos hecho este año ha sido una gran presentación en Madrid. Fue todo un éxito, sensacional. Y una sorpresa para los conocedores de vino, que siempre que piensan en Cigales dicen rosado o clarete, y descubrir los tintos fue sensacional. Es evidente que si se hacen buenos rosados con cepas de 55 años, ¿cómo no se van a hacer buenos tintos?

P.- ¿Y sus objetivos en la DO?

R.- Pues que se expanda y aumenten las producciones de vinos y que sea un pelín más grande, si bien no puede ser mucho más, porque los términos y el número de bodegas son las que son.

En estos momentos parece que hay varias bodegas nacionales interesadas en venir a la DO, por esa calidad que tienen sus vinos. Y creemos que si eso sucede, la  DO subiría. A lo que no renunciamos es a la calidad. Aunque no ganemos mucho en cuota de mercado, mantener esa calidad que es lo que nos distingue.

P.-  Insiste en que la DO Cigales es una gran desconocida…

R.- Es la gran desconocida para la calidad que tiene. Tiene una calidad de vinos verdaderamente formidable y la gente no lo sabe. Era muy conocida en el norte de España con los claretes, pero en un momento determinado aquello decayó. Era un vino de chateo en Bilbao, Santander o Gijón. Ahora se siguen vendiendo pero no con la misma intensidad, y estamos intentando recuperar un poco esos mercados.

P.- ¿Qué hay que hacer, entonces, para dar a conocer la DO y sus vinos?

R.- Tener más dinero para promoción, que desgraciadamente no tenemos, y es lo que estoy intentando convencer a las bodegas y viticultores, que apuesten un poco más por darse a conocer. Esa es mi misión. He estado en muchas empresas de muchos tipos, en mi vida me ha tocado vender de todo y sé lo difícil que es vender. También he conocido muchas formas de poder vender, pero todas pasan por invertir en promoción. Y eso es lo que hace falta.

P.- ¿Qué espera, pues del futuro?

R.- Que sigamos creciendo. Hemos crecido el año pasado casi un 7% en rosados. Y queremos que se nos conozca. Eso de que ‘el buen paño en el arca se vende’ es una cosa del siglo XIX. Ahora hay que mostrarse a los demás, porque lo que no se conoce no existe. Esa es mi gran misión y lo que quiero transmitir a los miembros de este consejo regulador y toda la DO. Esa es nuestra principal misión, que les va a venir bien en el futuro. Es una cosa que no se va a ganar en un año o en dos, es una labor de tiempo, y en eso estamos, en que seamos más conocidos

Porque cuando seamos bien conocidos será como una sorpresa. Será como esos futbolistas que cogen los grandes equipos de un pueblo y luego juegan la Champions. Si a nuestros vinos los conocieran, estarían en la Champions. Tenemos un Iniesta.

P.- Ustedes están rodeados de otras DO muy conocidas, como Ribera del Duero, Rueda o Toro. ¿Suponen una competencia o, por el contrario se crean sinergias?

R.- Nosotros no somos competencia. ¿Qué competencia vamos a hacer con 2000 hectáreas frente a las 20.000 que tiene Ribera, las 14.000 de Rueda o las casi 7000 de Toro? Además, nuestros vinos tampoco compiten con Rueda, porque allí mayoritariamente son blancos. Y en rosados no pueden competir ni los pocos que se hacen en Toro ni los pocos que se hacen en Ribera. Somos distintos todos y complementarios. La prueba es que las cuatro DO hemos estado juntas recientemente en una iniciativa en China. Allí, todos han apreciado cosas absolutamente diferentes de unos y otros.

Nuestros vinos tienen un sabor y una calidad media entre Ribera del Duero, que está al norte, y Toro que está al sur. Cogemos lo mejor de cada casa.

En el Concurso Mundial de Bruselas de tintos del año pasado, Cigales, con 2000 hectáreas solo de terreno ganó dos grandes oros. Ribera, uno. No es que nuestros vinos sean supermejores que los Ribera, que los hay magníficos, pero da impresión que una cosa tan pequeñita tenga unos premios tan importantes.

P.- Cuéntenos cuáles son sus principales mercados.

R.- Castilla-León y el norte de España, fundamentalmente. Ahora estamos vendiendo algo más en Madrid, y solo un 20%, según los años, se dedica a exportación, sobre todo a países europeos, aunque algo también a México y Estados Unidos.

No podemos ir a mercados muy grandes porque las producciones son pequeñas. La bodega que  más produce son 750.000 botellas. No son grandes cantidades para poder exportar, por lo que se va a mercados muy determinados y selectos.

P.- Y por último, ¿qué importancia da Cigales al enoturismo?

R.- Hemos sido una de las primeras rutas del vino certificadas en Castilla y León y tenemos la Ruta del Vino de Cigales, que es la que se encarga del enoturismo. Nuestra DO tiene 11 pueblos de Valladolid y uno de Palencia, y en ellos hay del orden de 250 bodegas antiguas, de gente que hacía su vino para casa. Hay una riqueza enorme para mostrar. Luego está el paisaje, nuestros castillos, que tenemos unos cuantos, que hacen que podamos combinar el turismo con el vino de una forma brillante.

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