Impuestos, tasas y, encima, gastronomía ‘callejera’

El Ayuntamiento de Valencia aplicaba recientemente subidas del IBI y el incremento de tasas a las terrazas del sector hostelero valenciano pero se muestra, según se desprende del comunicado de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV), más blando con eventos callejeros con la gastronomía como protagonista. Parece sensato que en la hostelería no siente bien, pues sienten que existen dos varas de medir. Las partes señaladas se defienden afirmando que pagan por celebrar el evento. Aquí va el comunicado íntegro de la Federación:

La Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV) quiere poner de manifiesto, una vez más, su disconformidad ante las celebraciones de eventos gastronómicos que tienen lugar en espacios públicos de la ciudad de Valencia.

La FEHV exige en este tipo de eventos el cumplimiento íntegro de la normativa legal e higiénico-sanitaria, tal y como se exige a los miles de locales de hostelería de la ciudad de Valencia.

Desde la Federación de Hostelería de Valencia no se entiende que el Ayuntamiento apruebe subidas del IBI y el incremento de las tasas de terrazas para cientos de locales de hostelería valencianos, y al mismo tiempo se autorice la celebración de este tipo de eventos que merman la afluencia de clientes de manera considerable a sus establecimientos.

Cabe recordar que durante 18 días, el antiguo cauce del río Turia ha sido ocupado por la “Gran Fiesta del Marisco” (evento con una dudosa aportación gastronómica a la cultura valenciana y que es gestionado por una empresa de Zaragoza), mientras que este fin de semana los Jardines de Viveros se llenarán de “Food-trucks” en un evento de comida callejera. A este respecto, la Federación de Hostelería de Valencia viene reclamando un estudio sobre el fenómeno de los camiones de comida y recuerda que, actualmente, se encuentran fuera de legislación.

La FEHV quiere poner también de manifiesto que en Valencia ya existen suficientes establecimientos de hostelería legalmente establecidos para atender a la demanda de ciudadanos y visitantes. Asimismo se insta a las administraciones competentes a valorar en cada caso la adecuación o no de la concesión de autorizaciones para la celebración de este tipo de eventos que dificultan la actividad empresarial de un colectivo como el hostelero, que constituye uno de los principales motores de la economía local, de generación de empleo y de aportación de ingresos a la Administración.