3 julio, 2020
Jaime Nicolau
No es ningún alarde de testosterona. La afirmación hace honor a la realidad. La firma valenciana con sede en Requena ha aprovechado todas estas semanas de confinamiento para realizar notables mejoras en la bodega, ampliar instalaciones e introducir un nuevo habitante con el que pronto deberemos familiarizarnos: Galileo. Se trata de depósitos esféricos de hormigón de última generación que se refrigeran con agua y sacan el máximo partido a los vinos con el mayor ahorro energético.
Sacar ventaja del confinamiento. Ese fue el propósito que se hicieron en Bodegas Hispano Suizas y que ahora ve la luz, una vez que se termina de reabrir la bodega a las visitas de enoturismo y el mercado exportador se vuelve a activar.
Así las cosas, desde que se produjo el cierre obligado por la pandemia, la propiedad quiso hacer de la necesidad virtud y dedicaron un tiempo a repensar el futuro de la bodega.
En ocasiones lo urgente no deja ver lo importante, de modo que se pusieron manos a la obra y ahora se pueden ver ya las mejoras que han supuesto una ampliación de la superficie útil de la bodega, de capacidad con los exclusivos depósitos Galileo que van a dar un plus de calidad a la elaboración de todos los vinos, y del aislamiento general para mejorar en eficiencia energética.
Depósitos Galileo
La bodega de Requena ha apostado por los depósitos Galileo, un tipo de recipiente de forma esférica que reduce al menos un 25% la superficie de contacto entre el vino y el depósito. Esto limita los intercambios con el ambiente y supone un importante ahorro energético.
Esa forma esférica tan característica también favorece los movimientos de convección, que apoyada con una red de conductos que incluye este modelo permite mantener una convección laminar contra la pared creando pequeñas diferencias de temperaturas con el agua que circula dentro del hormigón, como si fuera por dentro de “la cáscara”.
Además, el hormigón del depósito Galileo es aligerado con un material mineral conteniendo aire, de modo que pesan menos de la mitad que los de hormigón tradicional. Esto facilita el manejo en bodega. Los vinos elaborados con estos depósitos respetan más la fruta y la mineralidad, son vinos más frescos y que subrayan la potencia de las variedades.
Se trata de un tipo de depósitos que confían sirva para potenciar la frescura y dar mayor redondez a los vinos, especialmente blancos y rosados, al menos para empezar. De origen francés, los Galileo están ya presentes de manera individual en algunas bodegas de la geografía española, pero no con una apuesta tan firme como la realizada por la firma valenciana, una bodega con mucho glamour… y muchas ‘pelotas’.
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