Gin de Mahón, herencia británica

Mª Carmen González

Si escuchamos hablar del Tratado de Utrecht es posible que lo primero que nos venga a la cabeza a los españoles sea la cesión de la soberanía de Gibraltar a Gran Bretaña. Quizás sea menos conocido que por ese mismo acuerdo Felipe V tuvo que ceder también la isla de Menorca a los ingleses. De la ocupación británica de la isla, que duró algo más de 70 años, nos quedan un buen número de construcciones (especialmente de carácter militar), algunas palabras y la elaboración de una de las bebidas favoritas de los ingleses: la ginebra.

A mediados del siglo XVIII, ya bajo dominio británico, la bebida más ansiada por los marinos ingleses y holandeses que llenaban las tabernas de la isla era la ginebra, así que los artesanos menorquines vieron una oportunidad de negocio y comenzaron a elaborar el gin o ‘geneva’, a base de bayas de enebro y de alcohol vínico -a diferencia de la ginebra británica o neerlandesa, que se hace con aguardiente de cereales-, que se incorporó rápidamente a la vida cotidiana y a las celebraciones de la gente de la isla.

Aparecieron entonces numerosas destilerías que, poco a poco, se fueron quedando en el camino. A principios del siglo XX todavía había alguna de estas plantas en Mahón, la capital de la isla. Era el caso de Fornero, en la que trabajaba Miguel Pons Justo, más adelante fundador de la ginebra icónica de Menorca que ha llegado hasta nuestros días, Gin Xoriguer. La destilería Fornero quedó destruida por un pavoroso incendio en el que falleció también su dueño. Fue entonces cuando Pons decidió lanzarse a la aventura y continuar la fabricación del gin por su cuenta. Desconocía la fórmula exacta de la bebida -un secreto de la familia Fornero-, pero a base de pruebas y más pruebas por fin dio con la receta, muy fiel a la que se usaba hace 300 años bajo la dominación británica. Fue en 1945 cuando acudió con sus primeros barriles a las fiestas de Sant Joan de Ciutadella, donde su gin fue todo un éxito.

Gin Xoriguer

Su botella con una pequeña asa lateral y su etiqueta con la imagen de un típico molino balear hacen claramente reconocible a la ginebra Xoriguer. Es un gin que se elabora de manera artesanal con una única destilación (destilación simple o one-shot method), en la que se emplean alambiques de cobre de más de dos siglos de antigüedad, calentados con leña de pino procedente del desbroce de los bosques menorquines. Como antiguamente, ni se usa gas ni electricidad.

La composición de este gin es simple: enebro (bayas del Pirineo catalán dejadas reposar durante varios años), agua de pozo de Mahón y alcohol vínico de alta calidad, lo que da lugar a un producto más puro y suave. A diferencia de otras ginebras, el Gin Xoriguer no lleva más botánicos que el enebro y, en lugar de usar aguardiente de cereales, se hace con alcohol vínico. El resultado final es una ginebra nítida, transparente y aromática, en la que pueden apreciarse los aceites esenciales de la enebrina.

Muy característico es el envase en el que se embotella el gin Xoriguer, una botella con un asa lateral llamada caneco o caneca. Este asidero servía antiguamente a los marineros para poder transportarla mejor, puesto que podían colgársela del cinturón, por ejemplo, y también facilitaba su viaje en barco, ya que el asa hace de tope y evita que la botella ruede con los vaivenes de los navíos.

El gin Xoriguer es la base de una de las bebidas más célebres de la isla, que se bebe en todas las fiestas populares. Se trata de la pomada -conocida en Ciutadella como ginet-, que se elabora con tres partes de limón natural y una de gin, y que se bebe normalmente en forma de granizado. Un refresco fácil de tomar, con 8 grados de alcohol frente a los 38 del gin.

Esta ginebra, reconocida como Indicación Geográfica Protegida ‘Gin de Mahón’, ha conquistado todos los mercados. Desde sus instalaciones en el muelle de Poniente del Puerto de Mahón, de las que todos los años salen más de medio millón de botellas, Xoriguer ha llegado a países como Francia, Reino Unido, Japón, Nueva Zelanda, Tailandia, México o Australia. Su principal mercado son los Estados Unidos.

Además del típico gin, de la fábrica de Xoriguer salen otras tres ginebras que antes se elaboraban en destilerías menorquinas que ya han desaparecido y que son más parecidas a la típica London Gin. Asimismo, se elaboran varios tipos de licores de hierbas destiladas, como el de manzanilla; el de rosas con infusión de pétalos; el palo (con quina y genciana); el llamado ‘bloody island’, con higos chumbos, o el calent, que lleva canela y naranja y que tradicionalmente se bebe en Navidad en Menorca, entre otros.

La destilería Xoriguer sigue funcionando en las instalaciones junto al puerto de Mahón, uno de los más grandes y bellos del Mediterráneo. A través de un cristal -por medidas de higiene- puede observarse el proceso de elaboración de la ginebra en los antiguos alambiques de cobre. También disponen de una tienda en la plaza del Carmen, donde además de ginebra y licores, pueden adquirirse vinos menorquines.

Herencia británica

Además de la elaboración de ginebra, una de las bebidas favoritas, antes y ahora, de los ingleses, la ocupación británica de Menorca ha dejado otras huellas en la isla. Así, es común ver numerosas viviendas con las típicas ventanas de guillotina y con miradores o ventanales cubiertos conocidos como ‘boinders’, del inglés ‘bow window’. Otras palabras de origen inglés han quedado en el habla de la isla, como ‘mèrvels’ (canicas), ‘joques’ (bromas), ‘xoc’ (tiza) o ‘fàitim’ (pégale), entre otras.

De la ocupación británica de la isla, que tuvo lugar entre 1708 y 1802 (con unos años intermedios de soberanía francesa y española), han quedado también numerosas construcciones, como el fuerte Marlborough, el hospital militar de la isla del Rey, la base naval de la isla Pinto, el edificio de la Unidad Sanitaria, el Ayuntamiento y la plaza de Es Castell, o numerosas torres de vigilancia, como las de Fornells, Castellar, La Mola o la de En Penjat, entre otras.

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