11 marzo, 2021
Texto: Jaime Nicolau. Foto y Vídeo: Fernando Murad y Vicente Escrivá
Pasa la vida, pasan los años y ahí sigue en su trono. Impasible a los tiempos, a las modas que embaucan al ser humano hasta hacerle perder una visión global de la realidad, Finca Terrerazo lo ha vuelto a hacer. En su añada 2017 el vino que es la bandera de Bodegas Mustiguillo ha sido de nuevo elegido por la prestigiosa publicación Decanter como Mejor Bobal de España, otorgándole 95 puntos en una cata especial. Es la primera vez que sus ‘jueces’ realizan una cata monográfica de la variedad autóctona del sureste español, quizás gracias a que Finca Terrerazo ya se ha colado en varias ocasiones entre los mejores vinos de España para esta publicación (el mejor por encima de 25 Libras en su añada 2011) con lo que ello supone de bueno para la zona en la que se asienta. Logros repetidos durante toda su trayectoria que no hacen sino devolver a todo el mundo, periodistas y consumidores incluidos, a la realidad más allá de las modas. De hecho, la añada 2017 está agotada desde hace muchos meses, y la que actualmente está en el mercado es la 2018, y descansando en bodega la 2019 y 2020 hasta que llegue su momento óptimo.
Se han cumplido ya 21 años desde que Toni Sarrión arrancara el proyecto de Mustiguillo para apostar por una variedad hasta entonces denostada y enfocacada para graneles. Veinte vendimias y veinte añadas en El Terrerazo, la excepcional finca que se ha ganado ser Denominación de Origen Protegida Pago El Terrerazo. De esas dos décadas el tinto Finca Terrerazo ha salido al mercado en 18 añadas, mostrando una enorme regularidad en la crítica especializada más exigente, pero siendo fiel reflejo de lo ocurrido en el campo cada año, con la interpretación mágica de Toni Sarrión y su equipo. «No sacaré nunca una añada de Finca Terrerazo que no dé la talla porque no podría dormir tranquilo», sentencia Toni Sarrión cuando habla de un vino que considera «un hijo», con permiso de sus tres hijas y de Alicia, su mujer. «El Terrerazo es la finca en la que hemos crecido y vivido momentos muy especiales. Es la Finca que da nombre a nuestra Denominación de Origen. Y es la piedra angular del proyecto».
El artículo de Decanter señala que «El Terrerazo, un singular proyecto de Bodega Mustiguillo, se ha labrado su reputación internacional con su Vino de Pago, ganador de varios premios —entre los que se incluye un Trofeo DWWA— por su bobal. Indudablemente su fama ha sido un gran impulso para la bobal«. Para su elaboración se ha realizado una cata de 59 bobales, siendo Finca Terrerazo 2017 el único entre los 95 y 97 puntos, o lo que es lo mismo la Matrícula de Honor. El artículo señala a modo de sentencia: «la bobal de España está preparada para acaparar todas las miradas».
De los tres ‘jueces’ que conforman el jurado destacan frases bellas hacia Finca Terrerazo 2017. Para Sarah Jane Evans es «un vino que sabe dónde está su lugar». Beth Willard lo califica como «un vino muy grande e intenso», mientras que Christine Parkinson señala de él su «textura muy cremosa, capas de barrica y sabor, acidez vívida y una elegancia real y emocionante».
Y es que Decanter lleva siguiendo con mucho interés el trabajo de Toni Sarrión desde que cataran con el enólogo valenciano la añada 2001. Con el 2004 llegó el Regional Trophy (que englobaba toda España menos Rioja, Ribera del Duero y Jerez), honor que repitió la añada 2007. Con la 2011 el logro fue aún más sonado, siendo considerado el Mejor Vino Español por encima de 15 libras. Un enorme logro. Así, paso a paso, ha ido construyendo Finca Terrerazo una trayectoria que lo sitúa claramente entre los mejores tintos de España, y me atrevería a decir del mundo. Es la mejor manera de ser justos con un producto, una bodega y un enólogo: examinar su trayectoria. Al final, el recorrido es lo que avala. «Esto para mí supone que la gente ha confiado en Finca Terrerazo y que lo sigue comprando. Los puntos siempre son un espaldarazo y nos ha pasado en Asia, nos ha pasado en Wine Spirit, The Wine Advocate o The Wine Spectator. Y esto es algo muy difícil de conseguir», señala Sarrión, repasando de memoria otros grandes logros que ha conseguido este vino y el resto de productos de Mustiguillo. «Al final el reconocimiento es que el vino está en muchos países, en muchos sitios, en muchas cartas…», añade Sarrión.
Y es precisamente esa regularidad la que aprecia perfectamente el consumidor. «Yo creo que la gente lo ve como un sinónimo de garantía y además de garantía incluyendo las diferencias del cambio de añada. No hemos acostumbrado a nuestro cliente a un vino goloso, redondo, de barrica, con mucho tostado. Hemos intentado hacer siempre el mejor Finca Terrerazo que nosotros éramos capaces de hacer o que la naturaleza ha sido capaz de darnos. Un vino sin maquillaje que está dos años en bodega, todo a barrica grande o fudre que prácticamente no se nota. No hemos buscado una fórmula de éxito en Finca Terrerazo. Hemos interpretado lo mejor posible cada añada. La gente sabe que es un vino vivo, que es un vino que cambia, que es un vino que tiene un estilo, pero que se adapta a la añada, que no intentamos modificar nada», nos explica el alma mater de Mustiguillo. Tampoco crecer en volumen es una obsesión y su producción se mantiene entre 35.000 y 40.000 botellas. «Podríamos hacer 20.000 botellas más posiblemente, pero somos muy estrictos con la uva que entra en este producto. Hay parcelas que ya empiezan a ser viejas, que empiezan a ser buenas y hemos hecho que se queden en Mestizaje y lo mejoren», reflexiona cuando le cuestionamos por la eterna tentación de hacer más botellas que muchas veces echa por tierra el trabajo de años en muchas bodegas.
Le emociona leer en el reportaje cómo se fija la mirada en la bobal. «Cada vez hay bobales más chulos y eso es lo ideal. O sea, que al final no haya uno solo y que podamos decir que hay 14 o 15 bobales que tienen tipicidad, pero que no sean flor de un año, sino con regularidad. Yo creo que este logro es un premio para los bobales y para una zona vitícola. Que año tras año este vino tenga la relevancia que está teniendo a nivel internacional quiere decir que en la zona se pueden hacer las cosas bien. Creo que se están dando pasos súper importantes con la bobal y hay gente joven que lo está haciendo muy bien y bodegas que ya se han consolidado».
Por último, le pedimos a Toni Sarrión que nos cuente qué significa Finca Terrerazo para él. «Es el vino más importante de la bodega. Siempre lo ha sido. Va con mi madurez también porque yo he crecido con él. Me he formado con él y él conmigo. Lleva nuestro nombre, es la finca donde hemos vivido… lo es todo para nosotros». Y todo ese cariño, pasión y trabajo se nota en cada añada. Finca Terrerazo, el rey eterno de la bobal.
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