Finca Río Negro, la continuidad de la vitivinicultura de Cogolludo

2 marzo, 2021

Cynthia Gómez
De origen palentino y padre de una familia numerosa, José Manuel Fuentes deja a un lado el mundo de la consultoría y decide emprender un proyecto personal. Una ambiciosa iniciativa en la que dos de sus hijos, a los que también les une su pasión por el vino. están involucrados: Víctor Fuentes como director comercial y Fernando Fuentes como gerente.

Durante diez años estuvo buscando “la tierra prometida” para hacer realidad aquellos recuerdos que tenía de su infancia en el lagar de su abuela pisando uvas. A finales de los 90 Fuentes se topa con el pueblo de Cogolludo, municipio de la provincia de Guadalajara, que aparte de la impresionante tradición vitivinícola que tuvo en el pasado, contaba también con las características únicas de su terroir. Todo un reto para el fundador de Finca Río Negro.

Empezando en el garaje de casa y con la filosofía de hacer vinos únicos que representaran las complejas peculiaridades de su terruño, la familia Fuentes plantó en 1998 su primera parcela de viñedo de tan solo 0,6 hectáreas, que saldría al mercado más de diez años después con 10.000 botellas de la añada del 2007.

Ubicados a mil metros de altura en pleno Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, o más conocida como Sierra de Ayllón, Finca Río Negro está formada por 600 hectáreas de bosque de las que 42 son viñedos, siendo uno de los más altos desde su latitud hasta el Norte de Europa. Los pinos, robles y el rico sotobosque, llenan el ambiente de aromas a lavanda y romero, dejando huella en sus vinos. La altitud de sus viñedos hace posible un notable contraste térmico entre la noche y el día lo que les proporciona maduraciones muy lentas que dan como resultado vinos de calidad: vinos frescos y longevos.

Finca Río Negro elabora alrededor de 180.000 botellas. Sin vecinos cerca en 60 km a la redonda, esta bodega goza de un terruño muy particular que proporciona una gran singularidad a sus vinos.

Las 42 hectáreas de viñedo se dividen en 30 parcelas. Su múltiple zonificación permite ir plantando las distintas variedades en función del tipo de suelo y tratarla de unas maneras u otras.

La tempranillo como variedad base de los tintos de Finca Río Negro ocupa un 55% de la superficie, seguida por la syrah, cabernet sauvignon y merlot. En cuanto a la variedad blanca, trabajan únicamente la gewürztraminer, variedad rara en la zona por su dificultad de adaptación que salió adelante gracias al cuidado y trabajo de la familia Fuentes. Es el vino que más sorprende de la bodega.

Su suelo tipo ‘raña’, uno de los más antiguos de Europa y de la región mediterránea, se caracteriza por su tremenda complejidad y por ser muy pobre agrícolamente, garantizando rendimientos muy bajos pero de excelente calidad. Este tipo de suelo es el resultado del violento transporte de materiales arrastrados por las aguas sin encauzar que se depositaron a los pies de las montañas cuarcíticas, en este caso, el Sistema Central.

La bodega situada en la ‘Siberia Española’ siempre tiene presente el respeto a la naturaleza en sus procesos, por lo que están realizando la conversión a ecológico. Todo se enfoca a la calidad de la fruta: elaboran, envejecen y embotellan en su propiedad. Dejan entre uno y dos kilos por cepa y realizan tres selecciones manuales de la uva antes de meterla al depósito.

Trabajando por recuperar la tradición vitivinícola de Cogolludo y con el persistente deseo de hacer únicos sus productos, Finca Río Negro recupera una variedad ancestral: tinto fragoso. Una variedad descubierta en el 2006 por la IRIAF que se ha comprobado que genéticamente no se corresponde con ninguna otra conocida en el mundo. Este año, por primera vez, se incluye en uno de sus vinos, seguramente en el Finca Río Negro. También es el primer año que va sola a barrica.

Finca Río Negro elabora sus vinos bajo la IGP Vinos de la Tierra de Castilla. El 80% de sus ventas son nacionales. El 20% restante se exporta alrededor de todo el mundo. Países como Estados Unidos, Alemania, Suecia, Suiza, Polonia o Puerto Rico tienen también la oportunidad de saborear los vinos de esta bodega tan especial.