21 febrero, 2025
Fernando Marco y su equipo apuestan por la recuperación de variedades autóctonas y el agroturismo para revitalizar la comarca castellonense.
Texto: Berta López / Foto: Laura Lázaro
Apasionado y comprometido con la tierra, Fernando Marco es la viva representación de un proyecto que ha sabido evolucionar y adaptarse a los tiempos, sin perder su esencia. La Cooperativa de Viver es mucho más que un ente productor: es un motor de desarrollo para el Alto Palancia. Bajo su liderazgo, han sabido transformar una cooperativa agraria tradicional en un referente de agroturismo, apostando por la innovación y la recuperación de variedades autóctonas. Con un discurso que transmite cercanía y visión de futuro, Fernando Marco nos guía a través del presente y el porvenir de la cooperativa, donde su diversidad de productos y el sentido de comunidad se entrelazan para contar una historia única.
5barricas.- ¿Cuáles han sido los mayores desafíos para convertir el Alto Palancia en un destino de agroturismo exitoso?
Fernando Marco.- El primer gran desafío fue cambiar la mentalidad de una cooperativa agraria de una zona rural, tradicionalmente centrada en la producción, para orientarla hacia la hospitalidad. Luego, fue clave profesionalizar al equipo y enfocarnos en la búsqueda de la excelencia tanto en los productos agroalimentarios como en las experiencias turísticas. Otro reto ha sido crear actividades lo suficientemente variadas y atractivas, incluso osadas, para ofrecer algo diferente a los visitantes, siempre combinando nuestras dos vertientes: el vino y el aceite.
5b.- El cambio climático está afectando cada vez más al sector agrícola. ¿Cómo os estáis adaptando a estos retos medioambientales
F.M.- Es una realidad compleja, especialmente para los cultivos leñosos que no pueden moverse de las zonas afectadas. Estamos viendo un incremento de olas de calor y fenómenos meteorológicos extremos. Para adaptarnos, colaboramos con el IVIA y otras entidades para estudiar cómo responden nuestros cultivos. Además, estamos implementando prácticas como el riego subterráneo y técnicas de no laboreo, usando plantas para retener humedad. También hemos apostado por la reducción de emisiones y el uso de energías renovables, con una comunidad energética local que provee de electricidad verde tanto a la bodega como a la almazara. Estamos comprometidos no solo con adaptarnos al cambio climático, sino con mitigar sus efectos a través de prácticas agrícolas sostenibles.
5b.- ¿Qué os ha aportado el desarrollo del proyecto vinícola a la cooperativa?
F. M.- El mundo del vino exige excelencia, transformación y creatividad en el marketing. Hay un cliente exigente que busca calidad y tiene muchas opciones para comparar. Desde 2016, decidimos unir esfuerzos con socios que ya producían vino y profesionalizar el proyecto. Esto nos ha permitido elaborar vinos únicos con variedades locales, aportando valor añadido a nuestra oferta y fortaleciendo nuestra identidad. Además, ha sido una vía para conectar con nuevos mercados y consumidores que valoran los productos locales y singulares.
SI QUIERES LEER LA ENTREVISTA COMPLETA EN LA GUÍA Y COLABORAR CON LOS DAMNIFICADOS POR LA DANA PINCHA EL BANNER INFERIOR:
Se advierte al usuario del uso de cookies propias y de terceros de personalización y de análisis al navegar por esta página web para mejorar nuestros servicios y recopilar información estrictamente estadística de la navegación en nuestro sitio web.
0 comentarios en