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El Sexto elemento: conexión total con la madre naturaleza

5 enero, 2018

Mª Carmen González

Agua, tierra, aire, fuego… y en algunas culturas, el metal. Estos son los cinco elementos de la naturaleza. El sexto es el resultado de la combinación de todos los demás, el vino, según nos cuenta Rafael López, alma máter de El Sexto Elemento, una pequeña bodega de Venta del Moro (Valencia) de la que salen vinos de alta expresión, en la que se trabaja siguiendo métodos ancestrales, sin manipulaciones artificiales, y en conexión total con la madre naturaleza.

Con 12 hectáreas de terreno y una producción de unas 10.000 botellas al año, El Sexto Elemento es un proyecto familiar, dirigido por Rafael López –hijo de viticultores y que ha mamado desde niño el amor por la tierra y el viñedo–, junto a su mujer, Silvia Díaz, que es la «la que pone cordura» en la hacienda, nos cuenta López.

Aunque comenzaron a hacer vino en 2003, no fue hasta 2011 cuando empezaron a comercializar su vino. Hoy siguen siendo una bodega de garaje, de la que emergen vinos que emocionan, realizados a partir de elaboraciones integrales, en las que la fermentación alcohólica, la crianza y la fermentación maloláctica se realizan conjuntamente en barrica.

De El Sexto Elemento salen ‘David & Goliath‘, un vino procedente de las cepas más jóvenes, situadas a 850 metros de altitud y en terreno arcilloso; ‘El 6º Elemento’, vino serio con una expresión muy alta, procedente de viñedo viejo y con producciones bajas, y ‘Respeto‘, «casi una casualidad; un vino procedente de los viñedos más viejos, algunos con más de cien años que, de no hacerse este producto ya estarían arrancados. Además, la bodega acaba de sacar ‘6º Elemento Orange Dulce’, que recoge y combina dos estilos ancestrales de elaboración, la de los vinos naranja de Georgia y los Tokaki húngaros.

Hablamos con Rafa López.

5b.- ¿Qué es El Sexto Elemento? ¿Cuál es la filosofía de la bodega?

RL.- El 6º elemento es el equilibrio de los elementos de la naturaleza, agua, fuego, tierra, aire y metal, el 6º es el resultado de la combinación de todos los demás… el vino…

5b.- ¿De dónde proviene el nombre de Sexto Elemento?

R.L.- Como trabajamos en equilibrio con el entorno, buscábamos un nombre que nos representara en nuestro concepto de relacionarnos con la madre naturaleza, y lo encontramos en los elementos.

5b.- ¿Cómo son los vinos de El Sexto Elemento? 

R.L.- Los vinos del 6º elemento son vinos con mucha identidad, con una expresión muy definida y con una mirada muy clara a la tradición y al origen del vino, pero en definitiva son vinos que están muy buenos. Esta atrevida manifestación viene de la mano de un respeto en campo, donde seguimos guardando la tradición, que nos regala unos frutos de una calidad excepcional, algo muy difícil de conseguir en otro tipo de agricultura.

En bodega es una vuelta al origen, donde se trabaja con los métodos ancestrales que poco a poco se van dejando de lado y nosotros vamos recuperando, y donde la intervención es mínima. El trabajo se basa en acompañar a la uva en su largo camino hasta ser vino, no se interfiere y se deja que el vino se exprese tal cual ha sido la añada.

Son vinos limpios, sin química alguna. No se añade ni se quita nada, vinos en su máxima expresión de la variedad.  Esto solo se puede hacer en cantidades muy limitadas porque el trabajo es el doble que en las bodegas industriales, pero el resultado merece la pena, y mucho.

5b.- ¿Qué diferencia estos vinos del resto?

R.L.- El vino 6º elemento se diferencia de la gran mayoría de vinos en una cosa, un ingrediente que no se puede comprar: la emoción. Son vinos que emocionan, que trasladan a otra época y, sobre todo, que gustan mucho. Incluso a gente que no le gusta el vino.

Son muchos los casos de gente que nos dice que no le gustaba el vino hasta que probó el nuestro. Para nosotros ese es el mejor premio que nos puedan dar. Objetivo conseguido, ni medallas en concursos internacionales; la emoción es el alma de la vida.

5b.- ¿Cuántas referencias de vinos tienen y qué las caracteriza? 

R.L.- Tenemos tres vinos tintos, todos elaborados con bobal. El 6º Elemento, David & Goliath y Respeto, y queremos expresar el mediterráneo al 100% con la variedad y con las elaboraciones integrales.

La elaboración integral es un método que muy pocas bodegas emplean, porque requiere mucha mayor cantidad de trabajo y es muy arriesgado, sobre todo si trabajas sin productos químicos que te protejan de oxidaciones, pero nos merece la pena. Esta elaboración consiste en realizar la fermentación alcohólica, la crianza y la fermentación maloláctica conjuntamente en barrica. Además, nosotros le damos una vuelta de tuerca más y prolongamos la fermentación alcohólica durante 11 meses, lo cual hace que la complejidad de los vinos sea mucho mayor. Vamos, que nos gusta ir más allá de una elaboración al uso y queremos que todo lo que puedan decir las uvas lo digan, no le ponemos límites a su expresión.

5b.- Creo que tienen alguna novedad reciente…

R.L.- Acabamos de estrenar 6º elemento Orange dulce. Ha sido un capricho de elaboración que ha durado tres años. Hemos recogido dos estilos de elaboración ancestrales de otras partes del mundo y las hemos combinado: los vinos naranjas de Georgia y los Tokaji de Hungría. Es un vino que ha realizado una fermentación muy lenta de dos años en barrica, algo realmente excepcional.

5b.- ¿De cuál de sus vinos se siente más orgulloso?

R.L.- Me siento orgulloso en general de poder hacer este tipo de vinos tan especiales. Recoger un fruto excepcional que emociona y luego ver que somos capaces conservar esa emoción hasta meterla en la botella es una maravilla, y todo eso sin manipulaciones artificiales; zumo de uva puro sin más, fruta fresca únicamente.

5b.- ¿Qué importancia dan a la biodinámica? 

R.L.- La biodinámica es interesante para conseguir el equilibrio en el suelo y la planta, que es donde está la clave para hacer grandes vinos. Es algo que nos lo tomamos con mucho respeto, pero no es algo nuevo. En mi tierra, como en todos los lugares donde se estaba cerca de la naturaleza, la interpretación de los elementos ha sido algo que desde siempre se ha trabajado. Los mayores siempre han actuado según las coyunturas buenas, algo que se nos ha olvidado y que la biodinámica ha globalizado y ayuda a trabajar a favor de la naturaleza.

5b.- ¿Qué supone la bobal para El sexto elemento? ¿Cómo se comporta en estos momentos en el que el cambio climático es ya una realidad?

R.L.- La bobal es nuestra identidad. Es la variedad que ancestralmente define mi tierra y que si se sabe interpretar bien, es una da las uvas más aromáticas que existen.

Además de todo esto, es una planta adaptada al mediterráneo de una manera excepcional. Las plagas son muy bajas, la resistencia a la sequía es alta –aunque la sequía es una cosa y que no llueva nada como pasa ahora es otra–, y además para la elaboración es muy interesante porque es una fruta de ciclo largo y su acidez nos da mucho juego para hacer vinos equilibrados, vinos con una concentración de fruta alta y a la vez frescos. Una maravilla que hay que saber trabajar en equilibrio, no todo vale.

5b.- Uno de los objetivos de la bodega es la recuperación de variedades autóctonas. ¿Qué proyectos se están llevando a cabo al respecto?

R.L.- Estamos haciendo varias pruebas con variedades autóctonas, tanto tintas como blancas, para conocerlas mejor y saber interpretarlas. Esto es una fase natural por la que tenemos que pasar, porque cada variedad tiene un punto y hay que averiguarlo para no malograr el trabajo que nos regala la naturaleza. Hemos hecho algunos vinos con estas variedades y en poco tiempo creo que podremos empezar a trabajarlas con más autoridad.

5b.- ¿Qué proyectos a corto/medio plazo tiene El 6º elemento?

R.L.- Hoy seguimos siendo una bodega de garaje y las limitaciones que tenemos de instalaciones es muy grande, por lo que necesitamos construir una pequeña bodega que nos permita hacer las cosas que aún no hemos podido empezar, como por ejemplo, trabajar el mundo de las burbujas… Queremos hacer vinos espumosos pero por el método ancestral, un reto más a superar… en poco tiempo os podremos contar más cosas.

5b.- Hablando de otros asuntos… ¿se puede lograr el éxito desde una bodega pequeña?

R.L.- Depende lo que consideres éxito. Si el éxito es lo que hoy nos impone la sociedad, que es hacer dinero, es complicado, ya que estos vinos en proyectos pequeños requieren de mucha mano de obra, mucha inversión y mucho riesgo, lo que hace que el precio del vino suba y la rentabilidad baje, por lo que económicamente el éxito no está asegurado.

Si el éxito es trabajar junto a tu familia en algo que te entusiasma y cada cosa que pasa la vives con emoción, sí, hemos logrado el éxito personal. Si además haces un producto que cada vez lo reconocen más a nivel internacional, con el que obtenemos puntuaciones muy altas en concursos de prestigio y que está en las cartas de los mejores restaurantes del planeta, pues sí, hemos logrado el éxito.

5b.- ¿Es posible competir con los ‘grandes’?

R.L.- No competimos, jugamos en ligas distintas. Los grandes hacen vinos para el gran público y nosotros ahí no podemos entrar, cada uno sabe donde está su segmento de mercado. Nuestro mercado es gente que sabe disfrutar del vino, gente entendida que prima por encima de todo la calidad y singularidad, y solamente las producciones pequeñas son capaces de ofrecer ese producto.

La nota discordante en este escenario son las bodegas medianas, que tienen modelos de producción industrial similares a las grandes y luego venden sus vinos con el discurso del artesano, de vigneron, y eso no es honesto hacia los consumidores, pero no dudo que en un futuro deberán elegir en qué liga quieren jugar. El mercado no perdona si le engañas, y estas bodegas están confundiendo y mucho.

5b.- Por último, ¿qué hace El 6º elemento para fomentar la cultura del vino?

Para fomentar la cultura hay que ofrecer cosas que gusten, y así se atrae a la gente de manera natural hacia el vino. Si además va reforzado de marketing mejor, pero no se puede hacer lo contrario.

Nosotros somos miembros de la primera cooperativa a nivel nacional formada por pequeñas bodegas artesanas. Se llama “Vinos Deliberados’ y uno de sus objetivos fundamentales es promocionar el origen del vino a través de los pequeños proyectos, informando al consumidor final de lo interesantes que son los vinos auténticos. Hemos abierto entre todos una tienda de vinos en Madrid y el proyecto está funcionando muy bien.


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