8 marzo, 2017
Jaime Nicolau
En un día tan especial como hoy desde 5barricas queríamos rendir homenaje a las mujeres y, cómo no, especialmente a las que dedican todo su esfuerzo al mundo del vino. Hemos elegido la figura de una de ellas pero que representa el esfuerzo, la pasión, la dedicación y la conciliación con la vida familiar de todas ellas. Hemos quedado con Mapi Domingo, uno de los pilares fundamentales en los que se asienta el proyecto de Manuel Olmo en Bodega Sierra Norte, una persona y una firma que han cambiado la vida de Mapi. Esta enóloga había enfocado su formación hacia la administración de empresas, pero la falta de oportunidades le hizo estudiar enología en la Escuela de Viticultura de Requena. Allí le recepcionó la matrícula el que hoy es su marido, el también enólogo de Dominio de la Vega Dani Expósito. Aquel día empezó a cambiar su vida. Aquel día le picó el gusanillo del vino para enamorarla de un mundo que hoy es su gran pasión, junto a su familia.
5barricas.- ¿Cómo llega Mapi al mundo del vino?
Mapi Domingo.- Yo estaba haciendo Administración de Empresas. Cuando acabas y ves que no hay oportunidades, ves a tu alrededor que tu hermano es enólogo, esta tierra es vino, y la escuela de enología en tu pueblo… decides no perder el tiempo y embarcarte a estudiar. A las tres semanas te das cuenta de que estás enganchada. Ves gente que viene de muy lejos a estudiar aquí y haces mucha piña. Lo vives mucho y te enganchas. Me hizo la matrícula Dani (sonríe) que hoy es mi marido, así que mira si me cambió la vida.
5b.- ¿Y profesionalmente en una bodega?
M. D.- Empecé a trabajar en la parte administrativa en Torre Oria, pero me gustaba mucho la parte técnica y no la tocaba. De ahí a Agrovin, dedicada a productos para la elaboración de vino. Aquí fue donde el gusanillo definitivamente se apoderó de mí, porque tenía contacto a diario con el sector, la viña y las bodegas. Aprendí mucho y conocí mucha gente. Ahí se cruzó en mi camino Manuel Olmo, que no nos conocíamos, empecé a trabajar con él y hasta hoy, trece años después.
5b.- ¿Se habla en casa de vino?
M.D.- La verdad es que hablamos poco de vino porque preferimos estar con los niños (tiene dos hijos de 8 y 9 años). Sí que somos muy críticos cuando catamos un vino del otro. Pero no nos llevamos el trabajo a casa.
5b.- ¿Y cómo ha ido creciendo tu papel en Sierra Norte?
M.D.- Pues la verdad es que he tenido diferentes funciones hasta acabar formando un equipo fantástico en la faceta técnica con Javi y Manolo (así llama Mapi a Manuel Olmo) haciendo catas, viendo hacia dónde van las elaboraciones… Trabajo muy a gusto en equipo.
5b.- Hasta que un día Manuel Olmo te ofrece llevar todo el proyecto de La Roda…
M.D.- Un día Manolo me llama a su despacho y me pide que me haga responsable de llevar todo ese proyecto con apoyo de todo el equipo. Me sentí muy halagada de que pensaran en mí, pero tenía que poner cosas en la balanza antes de decidirlo. Esto fue en 2014. Pensé en mi familia, especialmente en mis hijos, pero era una gran oportunidad y dije que sí.
5b.- Siempre se ve el vino como un mundo de hombres. ¿Cómo te sientes en Sierra Norte?
M.D.- Yo me siento súper valorada. Estoy muy contenta. Soy uno más en el equipo y creo que muchas veces somos nosotras las que nos ponemos trabas.
5b.- ¿Y en vendimia tus dos tesoros?
M.D.- En La Roda se vendimia de noche, a las 4 estamos arriba. Me paso 4 o 5 días sin verlos pero procuro venir. Pero claro que me he perdido cosas importantes (los ojos le brillan más de la cuenta. Se emociona). En mi primera vendimia se le cayó al mayor el primer diente, el primer día de cole… Los libros, y el material escolar, lo dejamos resuelto en julio. La vendimia lo marca todo.
5b.- ¿Y a ellos qué les parece lo que haces?
M.D.- Ellos orgullosísimos de su madre. Cada vez que ven en el periódico o escuchan un premio a alguno de los vinos que hacemos le saltan a Dani con «los vinos de la mamá son más buenos» (ríe). Luego les compenso haciéndoles partícipes de mi trabajo. Se sienten importantes ayudándome. Les hacemos que vivan la cultura del vino. Tenemos una parcela pequeña de bobal de la familia y montamos una jornada de vendimia que es más festiva que de trabajo. Pero queremos que sepan que es un esfuerzo y una cultura y que la vivan. Que sepan el esfuerzo que supone.
5b.- ¿Qué es lo que más te gusta del proyecto Sierra Norte?
M.D.- El equipo, la confianza que demuestran en ti.
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