El Marido de mi Amiga se cuela en la Copa del Rey

El Marido de mi Amiga se ha colado ya en la historia de la Copa del Rey de esta temporada. Este vino blanco producido por Bodegas Vallobera en La Rioja Alavesa es un fijo en las celebraciones de la primera plantilla del Alavés y quiere serlo en esa final de Copa del Rey que tanto ilusiona a toda la ciudad de Vitoria al tiempo que es consciente de la dificultad que supone batir al Barcelona de Messi, Neymar y Luis Suárez. Pero sus ‘soldados’ no se rinden y los Toquero, Femenía, Theo, Camarasa y compañía lo van a intentar con todas sus fuerzas. En fútbol nunca se sabe y el deporte rey le debe una al Alavés, desde aquella histórica final europea contra el Liverpool. Y es una fantástica noticia que deportistas y otros referentes para los jóvenes apuesten por productos de su entorno, pues son unos perfectos embajadores de los mismos. El vino acaba de ser incluido en la pirámide alimenticia y es ya reconocido como un alimento saludable, como siempre, en su justa medida, y compatible con, por ejemplo, el deporte.

Y es que cada vez son más las firmas bodegueras que dan la importancia que toca a la etiqueta y ‘naming’ de sus productos, porque tiene una influencia notable en la elección de un cliente frente a un lineal. Luego, también es cierto, el contenido tiene que acompañar al continente, y en este vino lo hace.

La firma con sede en Laguardia define este vino como un «dulce coupage de malvasía, sauvignon blanc y tempranillo blanco». Es una mezcla de distintos depósitos de Sauvignon y Malvasía que se llevan hasta el final en la fermentación, consiguiendo así más volumen en boca. Al Tempranillo se le corta la fermentación, buscando los azúcares reductores y la frescura que aporta su acidez, obteniendo del coupage un vino con equilibrio en cuanto a grado, azúcar y acidez.

Su ficha de cata reza que es un blanco de color amarillo-pajizo. Cuenta con aromas de fruta de hueso, litchi y toques tropicales. En boca nos divierte el volumen del vino por su equilibrio fresco y trago largo con un rebote equilibrado y amable.

Bodegas Vallobera se encuentra en los alrededores de Laguardia, ubicada en los pies de la Sierra de Cantabria, en un altozano a 635 metros sobre el nivel del mar. Es esta villa con una larga historia vitivinícola un destino perfecto para los amantes del enoturismo.  Muchas ampliaciones se han llevado a cabo desde el inicio de la actividad y actualmente la bodega cuenta con 5.000 metros cuadrados de instalaciones que se distribuyen en una zona de elaboración con una capacidad de 1.500.000 litros en depósitos de acero inoxidable Y otra nave de selección de vinos con 320.000 litros de capacidad, un espacio de envejecimiento con 1.500 barricas (60% de roble americano de y 40% roble francés de diferentes tostados, y la nave de reposo de producto terminado y embotellado.

Cuando la familia San Pedro decide poner la primera piedra del proyecto, hace ya más de veinte años, el entorno y el peso de la tradición marcaron cada paso. Las generaciones precedentes ya habían colaborado en la concepción de este sueño. La actual generación la puso en pie y le enseñó a caminar.

Javier San Pedro Rández, descendiente de viticultores, decide en 1990 crear Bodegas Vallobera junto a Ana Ortega, siendo el primero de la familia San Pedro en embotellar sus vinos. Se trata de una bodega familiar cuyo principal objetivo es alcanzar la calidad en sus vinos. Empezó comercializando vinos jóvenes, pero es en 1992 cuando empieza a envejecer sus vinos. Solamente disponía de 100 barricas. Su primer crianza tuvo la añada 1992.

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