Déjate seducir por el mundo del vino
Déjate seducir por el mundo del vino
11 octubre, 2024
Berta López
En histórico barrio de El Carmen, ha abierto sus puertas Borgia, el nuevo proyecto de Jordi Gil. Si con Alenar capturó la esencia del Mediterráneo a través de su bodega, con Borgia lleva su visión a otro nivel, combinando lo mejor de la cocina tradicional valenciana con influencias contemporáneas y una ejecución impecable. El restaurante está ubicado en un impresionante edificio modernista del siglo XIX, diseñado por el arquitecto José María Manuel Cortina Pérez, en la intersección de las calles Caballeros y Borgia, un lugar que refleja la fusión entre historia y cultura.
Al cruzar sus puertas, la atmósfera que recibe al comensal es acogedora y elegante. La decoración, que combina esculturas con una gran lámpara de forja en la mesa central, es un guiño a la convivencia entre lujo y la calidez de una taberna tradicional. Es un espacio diseñado con sumo gusto por el estudio de arquitectura e interiorismo PONTDEFUSTA, donde la conversación es tan importante como los platos y vinos que se sirven. La mesa alta compartida, pensada para fomentar el encuentro tanto para los locales como para los visitantes, recuerda una reunión familiar en la que el buen vino y la comida son los protagonistas.
La propuesta culinaria está diseñada por Carlos Medina y Tomi Soriano, dos chefs con amplia experiencia en alta cocina. Ellos han sido los responsables de crear una cata que fusiona la tradición valenciana con técnicas innovadoras, buscando siempre el equilibrio entre sencillez y sofisticación. La premisa es clara: cada vino tiene su tapa, lo que permite realizar un recorrido gastronómico que marida perfectamente con vinos selectos.
Uno de los primeros platos que probamos fue la berenjena con bearnesa y queso, donde la suavidad ahumada de la berenjena se equilibra con la untuosidad de la bearnesa y el toque del queso. La flor de atún rojo ahumado y nabo fue otro de los destacados, una fusión de influencias japonesas y mediterráneas en la que ambos ingredientes se fusionan en forma de una delicada flor comestible. Entre las creaciones más sorprendentes, la gilda PAPAL reinventa este clásico aperitivo en una combinación de anchoa, boquerón, pulpo y aceituna, servidos sin el típico palo, en un bocado cargado de matices marinos. Las navajas con meunière de plancton resultaron otro acierto, llevando al paladar la esencia del Mediterráneo, mientras que la Alianza Alejandrina, con foie y anchoa sobre pan crujiente, es un claro ejemplo de cómo la innovación y la tradición pueden convivir con éxito en un solo plato. Por supuesto, no faltaron las gambas rojas de Dénia. Para cerrar los platos principales, el steak tartar con coqueta valenciana es una reinterpretación local de la receta francesa, donde la carne cortada a cuchillo y la crujiente coqueta crean un contraste sorprendente y delicioso.
El final de la experiencia gastronómica se redondea con dos postres que destacan tanto por su creatividad como por su sabor. El suspiro de limón y pistacho es un refrescante helado de limón y albahaca acompañado por una suave crema de chocolate blanco y pistacho, hierbabuena y lima kéfir, que ofrece un contraste armonioso entre frescura y dulzura. Por otro lado, la copa de helado de almendra frita con turrón de Xixona presenta una combinación exquisita de sabores con crema de naranja, brownie, naranja confitada y un toque de albahaca, que aporta un final fresco y equilibrado a una propuesta cargada de matices.
Este nuevo restaurante en El Carmen marca un antes y un después en la oferta gastronómica del barrio. Jordi Gil ha apostado por una propuesta que eleva las tapas a otro nivel, sin perder de vista la esencia de la cocina valenciana. Cada plato está pensado al detalle, cada vino marida con precisión, y el ambiente invita a disfrutar de una experiencia gastronómica que se aleja de las prisas y el turismo de masas. Con capacidad para 40 personas, entre el espacio exterior e interior, y un reservado íntimo para seis comensales, Borgia se distingue por ofrecer rincones pensados para todo tipo de encuentros. Tradición, creatividad y excelencia se combinan en un proyecto que ya se perfila como una parada obligatoria para los amantes de la buena mesa en Valencia.
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