Dominio de Berzal, la pasión de tres hermanos y un terruño reflejado en nueve vinos

Ubicados en Álava y bañados por el río Ebro se encuentran los viñedos de la familia Berzal. En la actualidad son los tres hermanos, José Luis, Juan Mari e Íñigo, quienes llevan las riendas del legado que les dejó su padre, José Luis Berzal. Una bodega con profundas raíces en la tradición, pero la mirada en el futuro.

Bodega, vino y familia Berzal son tres conceptos que no se entenderían el uno sin el otro. Tal es así, que el mayor de los hermanos, José Luis, incluso nació debajo de una cepa. Sus vinos están empapados de recuerdos, anécdotas familiares y emociones heredadas.

Esta bodega amparada en la DOCa Rioja cuenta actualmente con una gama de nueve vinos que reflejan a la perfección el terruño del propio municipio, Baños de Ebro, pero también de los parajes entre los que se reparten sus viñedos: San Vicente de la Sonsierra, Elciego, Lapuebla de Labarca y Laguardia.

La característica fundamental de la viticultura de Bodegas Dominio de Berzal es el respeto a la planta y la uva colocada en viñedos en vaso y espaldera, y regados solo por goteo en al menos el 80% de la plantación. El objetivo es conseguir elaborar vinos de la máxima calidad respetando la esencia del terruño. De este modo, la filosofía de agricultura sostenible y cuidado al medio ambiente busca el equilibrio en la viña, con un vigor limitado, el resultado: vinos con pasión, sentimiento y vida contenidos en cada botella.

De esta interesante variedad de vinos tintos y blancos nos detenemos esta vez en tres de ellos: ‘Dominio de Berzal Selección Privada 2020’, ‘Graciano 2021’ y ‘Dominio de Berzal 7 Varietales 2018’.

De todos ellos, ‘Dominio de Berzal Selección Privada 2020’ es, sin duda, el que mejor refleja el terruño característico de Baños de Ebro, su mineralidad y tipicidad . Un vino monovarietal de Tempranillo procedente de dos viñas de más de 70 años de edad con muy bajos rendimientos y una meticulosa viticultura que hace que su rendimiento sea inferior a 2.500 kg/ha.

Seguimos con otro monovarietal, pero de una uva escasa y singular: la graciano. Esta es una variedad exigente que obliga a practicar una viticultura minuciosa para obtener un resultado excelente: ‘Dominio de Berzal Graciano 2021’ (1.500 botellas).

Y dejamos para el final uno de sus vinos estrella es ‘Dominio de Berzal 7 varietales 2018’ (1.000 botellas anuales) y, como su nombre indica, está integrado por un coupage de maturana, graciano, garnacha, merlot, cabernet sauvignon, syrah y prieto picudo. Todas estas variedades, a excepción de la maturana, proceden de una parcela experimental plantada en la bodega. Pero es la maturana, que procede de una viña aparte, la que constituye el esqueleto del vino ,con un 40 por ciento de presencia.

Esta muestra de Dominio de Berzal es representativa de sus vinos, osados, con alma y una extraordinaria calidad, reflejo de los valores de sus elaboradores, quienes declaran compartir no solo el ADN, sino también la misma pasión por el vino, la tierra y su fruto.

“Nos consideramos innovadores sin perder nuestra identidad y buscamos superarnos cada día, recogiendo la sabiduría del pasado, transmitida de generación en generación. Tradiciones que se comparten en nuestra familia desde hace más de un siglo”.

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