Déjate seducir por el mundo del vino
Déjate seducir por el mundo del vino
12 febrero, 2019
La variedad bobal destaca en el territorio de la Denominación de Origen Protegida Ribera del Júcar, una DO joven, en la provincia de Cuenca, que está apostando por la calidad, el respeto por el medioambiente y por el desarrollo de actividades paralelas al vino, como el ecoturismo, con el que enriquecer el atractivo del territorio y frenar, asimismo, la despoblación de las zonas de interior.
Esta joven DOP, que se creó en 2003, se extiende por más de 9000 hectáreas de viñedo situadas en los municipios conquenses de Casas de Benítez, Casas de Fernando Alonso, Casas de Guijarro, Casas de Haro, El Picazo, Pozoamargo y Sisante, y agrupa a un total de nueve bodegas, como Illana, Vega Moragona, Casa Gualda, Teatinos, San Ginés, Las Calzadas, Casa de los Simarros, Icala y la Cooperativa Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Además de la variedad bobal, la más arraigada en esta zona bañada por el río Júcar, esta DOP también ampara variedades como la tempranillo, cabernet sauvignon, merlot, syrah, petit verdot y cabernet franc, en tintas, y moscatel de grano menudo y sauvignon blanc, en blancas.
La Denominación de Origen Protegida Ribera del Júcar nació como una iniciativa conjunta de un grupo de cooperativas elaboradoras de vino y bodegas particulares de la provincia de Cuenca para colaborar activamente en la producción y comercialización de vinos de calidad. Para ello, estas bodegas han hecho un gran esfuerzo inversor en nuevas tecnologías para elaborar vinos de gran calidad, mientras que los viticultores han trabajado en la reconversión de sus viñedos en variedades complementarias a las tradicionales como la bobal, tempranillo o moscatel de grano menudo.
Los agricultores han tratado de mejorar sus producciones, adaptándose al mercado y al gusto de los consumidores más exigentes, y han apostado decididamente por la elaboración de vinos de gran calidad.
Esta DO esta concebida como un proyecto multifuncional que gira en torno al equilibrio del ecosistema vitivinícola, siendo su origen las prácticas respetuosas con el medioambiente en el cuidado de sus viñas, y con el objetivo de fomentar el desarrollo de los viticultores y de los habitantes de sus pueblos a través de actividades paralelas al vino, como es el ecoturismo.
La zona de producción de la D.O.P. Ribera del Júcar se caracteriza por su horizontalidad, estando constituida por una llanura en la que descansan algunos oteros, una horizontalidad rota por el paso del río Júcar y por algunas lomas boscosas entre Sisante y Casas de Haro. Dentro de la Ribera del Júcar se conservan zonas forestales de gran interés, como los pinares de pino piñonero, al igual que el bosque de ribera en el que se pueden encontrar sauces, chopos y olmos.
Los profundos terrenos arcilloso-calcáreos, cubiertos de cantos rodados, se asientan sobre una altiplanicie mesetaria con una altitud media que ronda los 750 metros. Esta incomparable situación y el especial microclima de la Ribera del Júcar aseguran unas condiciones excelentes para el cultivo de la vid.
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