Diego Talavera: «Si mimamos la bobal obtenemos grandes vinos y hacemos marca como zona»

Jaime Nicolau

El lunes es un día señalado en el calendario para Bodegas Murviedro. La firma presenta una nueva familia de vinos que acompañarán a Cueva de la Culpa en la misión de hacer de la bobal la bandera de la zona productora de Utiel-Requena que la diferencie del resto. Hablamos de esta nueva etapa con el director general de la bodega, Diego Talavera, en la Cuevas de Requena porque cree que ha llegado el momento de volver a mirar a sus raíces y está decidido a que sean la Bobal y la Monastrell sus grandes enseñas para que a la vez contribuyan a incrementar el prestigio de nuestras zonas productoras.

5barricas.– ¿Qué momento vive Murviedro?

Diego Talavera.– Desde hace año y medio nos estamos replanteando cuáles son las prioridades. Valencia es una zona que históricamente se ha basado en volumen, grandes cantidades y exportación, pero tenemos claro que el futuro no está ahí. Esta bodega se construyó no hace demasiado con un planteamiento y estamos redimensionándonos hacia más pequeña en volumen, buscando otro tipo de producto. Si hacemos el mapa de España de dónde están los motores y dónde los vagones, hoy somos aún un vagón y los motores son Rioja, Cataluña, Ribera, Rueda o Galicia. Cuando los vinos mejoran, el producto mejora, la imagen mejora… al final salimos ganando todos. Se consigue que se pague mejor la uva, se plante mejor, se elabore mejor y se viva mejor. Y ese es nuestro replanteamiento. Tenemos claro que la prioridad no es hacer más vino sino hacer un poco una vuelta a las raíces. Volver a vivir el vino con más pasión. Hay algunas bodegas que lo han conseguido aquí pero tenemos que ser más. No hay consistencia y falta un poco de pasión por el vino en nuestra zona.

5b.–Vamos, ¿que quieren ser profetas en su tierra?

D.T.–Eso lo primero. Valencia ha crecido mucho pero sigue habiendo muchos hosteleros que no quieren vinos valencianos, prefieren un Rioja. El vino es un producto de nuestro campo que puede elevar la percepción de calidad, no sólo del producto sino de la región. Pasa en Rioja o en el Priorat, por ejemplo.

5b.–¿Se sienten bien valorados por la clase política?

D.T.–Creo que estamos bastante ignorados, salvo una persona en Agricultura que todos conocemos y ha hecho un excelente trabajo. Pero yo creo que hay que dejar de pensar en políticos porque estamos muy acostumbrados a que las subvenciones nos solucionen nuestros problemas. Tenemos que trabajar por tener más valor. Valencia como DOP tiene el precio más bajo junto a la Mancha, y después va Utiel-Requena. Pero estoy convencido que Bobal y Moscatel tienen que ser dos motores del sector del vino valenciano, junto a otros trabajos excelentes. Toni Sarrión y Enrique Mendoza son la máxima expresión de lo que se puede hacer aquí. Hay mucho potencial, faltan ganas y, sobre todo, conocerlo. Son la muestra perfecta de que se puede trabajar con un proyecto a largo plazo, económicamente viable y que da valor a la zona. Tienen que haber proyectos antagónicos para que una DOP funcione, pero el cuerpo y la raíz de la Comunidad deben ser la bobal y la monastrell. A partir de ahí se pueden desarrollar matices como por ejemplo ha hecho Hispano Suizas con la Pinot Noir.  Hay terruño con potencial, pero la clave son variedades como la bobal, que se cuida desde el viñedo da grandes vinos.

5b.–¿Y si la Unesco echara para adelante Territorio Bobal?

D.T.–Ese es un fantástico canal. Pero creo que ahí sí fallan las instituciones porque es un canal político. Hay en contra dos proyectos, sobre todo el de Rioja, un lugar en el que cada habitante de La Rioja sabe de qué va el proyecto. Aquí, ni el 90% de la población lo sabe. Es complejo mientras los propios habitantes no se conciencien de que tienen un diamante en bruto. 

5b.–¿Apostar por lo que te diferencia?

D.T.–Imaginación y tratar bien lo nuestro. Si pensamos en bobal a 1 euro para todos. El proyecto se va al garete. Hay muchas bodegas trabajando bien, pero ese número debe crecer si queremos hacer algo. En Rioja no sabes ni el 10% de vinos destacados que hay. Aquí sí.

5b.–¿Por eso la apuesta por la gama de las Cuevas?

D.T.–Fue la primera incursión en analizar nuestras zonas y ver el perfil de vinos de calidad a precios razonables. Para un púbico que quisiera disfrutar de algo diferente, más complejo. Era un análisis que es el principio de la vuelta a las raíces que te comentaba. De ahí hemos empezado a trabajar en esa dirección y el día 8 presentaremos los primeros vinos de Utiel-Requena. Vamos a reducir el volumen y apostar por otro tipo de vinos.

5b.–¿Y ese primer paso es el que presentan el próximo día 8?

D.T.– Pensando en bobal hemos pensado por dónde queremos ir. Queríamos hacer llegar la bobal a toda la gente. Empezamos con un Bobal Roble de Murviedro Colección, el paso de entrada a la bobal, pero no sólo con un vino joven. Segundo paso sería el Reserva. Es un vino que se acerca mucho a Cueva de la Culpa. Más estructurado y complejo. Por último, un vino serio con un perfil muy español que es Cepas Viejas, muy al estilo de vinos de El Bierzo o Ribera, pero con la personalidad de la bobal. Cueva de la Culpa es la elegancia y Cepas Viejas es el terruño y la autenticidad  de la bobal. Pero de este último tenemos el hermano radical con Vox Populi con una connotación y un diseño mucho más moderno. Éste último va a un canal diferente. Hay más proyectos, pero los iremos desvelando poco a poco.

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