4 junio, 2021
Mar Lafuente
Tomarse un vermut es una de esas tradiciones que se han quedado arraigadas en nuestro país, pero ya no es cosa de abuelos. Dicen que las modas siempre vuelven y parece que esta ha vuelto y se queda para siempre. Es la bebida del momento, la que llena nuestros aperitivos de sabores, tradición y cultura. El vermut es origen y es historia, por eso Vittore ha puesto en marcha talleres de elaboración para que los amantes de este licor tan singular puedan elaborar el suyo propio y conocer todas las curiosidades que esconde y que le han llevado a apropiarse de uno de nuestros momentos favoritos del día, el aperitivo.
Vittore se posiciona como la marca de vermut más antigua de toda Valencia. Su fórmula artesanal sigue siendo la misma desde 1904, una receta que ha dejado de ser secreta y que han decidido compartir con todos aquellos curiosos del vermut. Los talleres de vermut casero nacen hace un par de años con el objetivo de acercar la marca al consumidor a través de una experiencia divertida y diferente: que los asistentes fueran los que elaborasen su propio vermut.
Como amantes del vermut, nos hemos desplazado hasta Zona de Catas, uno de los lugares donde María Lluch, embajadora de la marca Vittore, imparte estos talleres para vivir uno en primera persona. “Creemos que es una forma muy fácil y amena de pasar un rato interesante y la gente aprenda más sobre esta bebida”, nos contó María Lluch. A lo que añadió “cuando vuelven a pedir un vermut, se acercan de otra manera a esta bebida”.
En los talleres, los asistentes descubren los botánicos con los que se elabora el vermut, los pueden oler y probar. Además, esta actividad va acompañada de la explicación de la historia de la bodega y el origen de la bebida. Porque si hablamos de Vittore, tenemos que mencionar a Valsangiacomo, bodegueros desde 1831, año en el que Vittore Valsangiacomo fundó una bodega con su nombre en Suiza. Pero no es hasta finales del siglo XIX cuando su hijo Cherubino decide abrir una empresa de exportación de vinos en Valencia y Alicante. Y en 1890 amplió sus instalaciones en Chiva, Requena, Utiel, Monóvar, Yecla y el Grao de Valencia. Una historia que ahora continúa la quinta generación de la familia Valsangiacomo.
María Lluch asegura que en los talleres se hace “lo mismo que se hace en la bodega, solo que ellos a gran escala y los asistentes lo reproducen a pequeña escala”. Una jornada en la que no sólo se llevan una experiencia diferente, también el vermut de litro que elaboran con sus manos. Están organizados de dos formas: talleres privados o talleres abiertos. Los talleres privados son dirigidos a un grupo, de cuatro a seis personas, que contratan por separado a través de las redes o por teléfono. Y los talleres abiertos son mensuales y se realizan en diferentes puntos de la ciudad, los cuales anuncia la propia bodega en sus redes.
Zona de Catas es uno de los locales en los que se realizan estos talleres y el lugar que visita Carlos Valsangiacomo cuando quiere comprar cervezas artesanas. Así empieza la relación entre Vittore y Zona de Catas. Es una tienda, situada en el barrio de Benimaclet, que comenzó con la venta de cervezas artesanas y ha acabado con una gran diversidad de productos artesanales y valencianos, como vermuts, vinos, hidromiel, quesos, mermeladas o chocolates, entre otros. En este mismo local es donde realizaban diferentes catas, pero ahora se han embarcado en un nuevo proyecto en el que separan la zona para las catas y la tienda.
Un lugar donde la tradición está muy presente y donde los amantes del vermut pueden conocer todo lo que hay detrás de esta bebida tan singular, su historia, su origen y también su elaboración.
Se advierte al usuario del uso de cookies propias y de terceros de personalización y de análisis al navegar por esta página web para mejorar nuestros servicios y recopilar información estrictamente estadística de la navegación en nuestro sitio web.
0 comentarios en