Cristina Ruiz: «La gente nos ayudó a recuperar la ilusión»

Ana Sánchez Zahonero
Todo queda en familia. Bodegas y Viñedos Ruca es una pequeña empresa de reciente creación en Puebla del Salvador, Cuenca, que se empezó a gestar hace unos años pero que no salió a la luz hasta el año pasado. Con viñedos familiares y seis trabajadores, todos de la familia, continúan, a pesar de la crisis, el trabajo que siempre habían soñado realizar.

Bodegas Ruca posee viñedos ecológicos y cepas centenarias. Son vinos de parcela y vendimiados a mano. Cuenta con una producción limitada y totalmente artesanal. En la bodega trabajan seis personas, todas ellas de la familia, entre ellas se encuentra Cristina Ruiz, que tras vivir fuera durante un tiempo y estudiar otra carrera decide cambiar de rumbo y volver a sus raíces. Actualmente se prepara en la Escuela de Enología de Requena donde está aprendiendo la parte más técnica de la profesión.

5barricas.- Nos has comentado que tú y tu familia hace tiempo que os dedicáis a la agricultura, pero ¿cómo surgió la idea de formar la bodega?

Cristina Ruiz.- Tanto mi hermano Pablo como yo hemos estado viviendo fuera y esto era un sueño para nosotros. Yo he estado en Australia… A raíz de estar lejos vimos que aquí teníamos una oportunidad y decidimos aprovecharla.

Puebla del Salvador es un pueblo muy pequeño, con 180 habitantes, por lo que también nos animó la idea de apoyar la repoblación. Pablo y yo hemos decidido asentarnos aquí para darle cabida, crear puestos de trabajo… Así pues, también queremos recuperar edificios históricos como es la antigua bodega y la torre que es la imagen de nuestro logo y que esperamos algún día poder restaurar.

5b.- Durante este confinamiento, ¿cómo habéis adaptado el trabajo de la bodega?

C.R.- Acabábamos de salir al mercado con dos productos, un blanco y un tinto. Empezamos a vender a principios de febrero y teníamos previsto todo el calendario: inauguración de la bodega… Con el problema de la crisis tuvimos que cancelar todos los planes y readaptarnos. Con ello aparecieron miedos, incertidumbres… Pero la gente nos ayudó a recuperar la ilusión. Nos pidieron si podían conseguir de alguna forma nuestros vinos para tener parte de su pueblo y paisaje embotellado en sus casas, y por ellos, empezamos con los envíos a domicilio.

Creímos que la mejor forma de hacer llegar nuestro producto era a través de correos express y paquetería. Los clientes nos han ido haciendo los pedidos a través de redes sociales (Facebook e Instagram) y nosotros nos hemos ocupado de mandárselos con las medidas de sanidad correspondientes.

5b.- Durante la desescalada, ¿Cómo va a cambiar la situación?

C.R.- Nuestra idea es seguir trabajando igual. No somos demasiados trabajadores, así que podemos seguir manteniendo la manera de trabajar. Todo el proceso lo realizamos nosotros continuando con nuestra tradición agrícola respetuosa con la tierra y el medioambiente.

5b.- ¿Cómo realizáis la distribución del producto?

C.R.- Desde que montamos la bodega decidimos prescindir de distribuidores y hacerla nosotros mismos. Buscamos la manera de conocer de forma directa la opinión de nuestro consumidor y que este también pueda conocer todo el procedimiento de fabricación. Así pues, seguimos confiando en la venta one to one, donde cada cliente es único.

5b.- ¿Dónde podemos conseguir vuestros productos?

C.R.- Se pueden conseguir a través de Instagram y Facebook. Por otro lado, tanto por el correo (info@bodegasruca.com) como por las redes sociales también se pueden consultar los contactos telefónicos.

5b.- ¿Qué destacarías de tus vinos?

C.R.- En primer lugar señalaría, debido a la pequeña producción que llevamos a cabo, que cada botella que llega al consumidor es una botella trabajada con especial cariño. El vino blanco es 100% macabeo, el tinto es tempranillo bobal 100%. Son uvas autóctonas y tratadas con productos ecológicos, viñedos propios, heredados de la familia…

5b.- ¿Y del proceso de elaboración?

C.R.- Nosotros hacemos vendimia manual. La hicimos a finales de septiembre y a última hora de la noche, dejándolo fuera para que se mantuviera la temperatura y quedase fresco y por la mañana del día siguiente a primera hora, lo elaboramos.

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