Déjate seducir por el mundo del vino
Déjate seducir por el mundo del vino
2 agosto, 2016
Mari Llusar
Antes de empezar a hablar de este gran vino, debo decir hasta luego. Nos despedimos desde Plaerdemavida hasta septiembre. Volveremos a catar con los lectores de 5barricas.valenciaplaza.com después de un breve descanso.
Los enófilos, sumilleres, catadores y consumidores de vino en España estamos muy familiarizados con el velo de flor, ya que es una de las particularidades de los vinos generosos del Marco de Jerez. Pero este fenómeno, totalmente espontáneo y natural, también se da en otras zonas vinícolas.
Hoy vamos a catar un vino con esta característica de la zona de Jura, de la AOC L’Étoile, al este de Francia.
Desde 1986 el viñedo y la bodega pertenecen a Nicole, hija de Jean Gros y nieta de Victor Gros. Siendo este último propietario de la bodega y el viñedo desde 1920 y pionero de la venta de vino embotellado. Es una pequeña explotación de ocho hectáreas con las variedades típicas de la zona, chardonnay, savagnin, trousseau y poulsard. Practican la viticultura ecológica.
Observamos en la copa un vino amarillo pajizo con un ribete muy pálido. Recién servido desprende aromas de manzana verde, pera y nueces. Tímidamente afloran los lácteos, mantequilla fresca. Sus variedades son chardonnay y savagnin, pero con una cata y unas características organolépticas muy particulares debido a su crianza bajo velo de flor. Recuerda a las manzanillas maduras de Sanlúcar. Al agitar la copa descubre la mineralidad, piedra blanca y salinidad. Se hacen más presentes las frutas frescas, manzana y pera Williams. El carácter cerrado y oxidativo de la copa recién servida se despeja y da paso a la flor blanca, albaricoque y melocotón blanco.
En boca se presenta amplio, terso, elegante, aterciopelado, envolvente. Apenas alcohólico y muy bien ensamblado. Su postgusto es muy largo, dejando revivir en todo momento el velo de flor y la óptima maduración de sus uvas. Rememora, una vez más, a las manzanillas viejas de Sanlúcar. La añada 2012 está perfercta para tomar ahora, aunque está preparado para envejecer como el gran vino que es. Se va a conservar fresco y elegante durante años. Es un vino perfecto para hacer un maridaje territorial. Armoniza a la perfección con el Comté, procedente de la misma zona. Su recuerdo a fruta fresca y frutos secos encajan a la perfección con la nuez, hojarasca y notas lácticas de este queso. Y con este buen sabor de boca, nos reencontramos en septiembre.
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