Déjate seducir por el mundo del vino
Déjate seducir por el mundo del vino
4 junio, 2017
Barrica tatuada por Jack Thomas Newton para Viña Pomal
Por Maria Salvador y Vanessa Bó
Un tatuaje, como el vino, es un compromiso de por vida. Con este lema Viña Pomal promueve estos días los valores de sus vinos de la mano de 6 tatuadores de gran trayectoria internacional.
Los artistas graban a fuego los valores tradicionales de la marca sobre barricas de roble en las que reposará el vino Viña Pomal Compromiso, una edición limitada y muy especial. “Estamos orgullosos de nuestros valores. Origen, tradición, compromiso y tierra son parte de nuestra identidad y queremos marcar estos conceptos a fuego. No se nos ocurrió mejor manera de hacerlo que mediante el arte del tatuaje y en nuestra piel, las barricas”, explica Alejandro López, enólogo de Bodegas Bilbaínas e impulsor de la iniciativa.
La primera etapa de esta ruta tuvo lugar el martes 30 de mayo en el Casino de Madrid, donde los tatuadores Jack Thomas Newton, de Brighton, Megan Massacre, de Nueva York, y el madrileño El Bueno trabajaron en tiempo real sobre sus barricas. A través de una técnica de pirograbado, consistente en una punta caliente cuya temperatura puede regularse para ir quemando la madera y aplicar distintas intensidades de trazo y sombreado, plasmaron los diseños manteniéndose fieles a su estilo.
Los tatuadores Jack Thomas, Megan Massacre y El Bueno en Madrid
Tanto Jack Thomas como Megan Massacre coincidieron en la dificultad de trabajar la madera con esta técnica. “La madera en sí es muy dura. Puedes ver como esta línea no es consistente en todo su recorrido y, como tatuador, la madera no te va a dejar hacer líneas limpias por lo que tienes que adaptarte”, explica Jack mientras perfila la curva de un racimo de uvas.
Es la primera vez que aplica esta técnica o trabaja cualquier otro material que no sea la piel, y se alegra de que su barrica se mueva mucho menos que sus clientes habituales, que no suelen pedirle motivos relacionados con el mundo del vino.
Jack lleva un sacacorchos tatuado en la palma de la mano y se declara amante del vino, especialmente del Rioja y el Malbec. Entre los valores de la marca el artista ha incluido motivos tradicionales del tatuaje, como flores y mariposas, combinados con una calavera para plasmar el compromiso y una golondrina para la tradición. “Para mí la golondrina es el dibujo tradicional occidental más típico que hay. Representa todo lo que los tatuajes deberían ser”, destaca.
La tatuadora estadounidense Megan Massacre trabaja su barrica de Viña Pomal
Megan Massacre, estrella de los programas de televisión NY Ink y America’s Worst Tattoos, se ha decidido por su parte por motivos muy complejos que le han obligado a un trabajo previo de varios días para poder terminar su barrica a tiempo. “Teníamos unos dos días para completar el trabajo, pero decidí dedicarle un día más. Este es ya mi cuarto día y llevo trabajadas unas 37 horas, pero el resultado es alucinante y me estoy divirtiendo mucho. He decidido dejar la parte central para la demostración porque es la única que es realista”, explica entusiasmada.
No fue fácil para esta tatuadora integrar una profesión mayoritariamente masculina, especialmente hace más de una década. “Era muy joven cuando quise aprender a tatuar, tenía tan solo 14 años y nadie quería enseñarme. Me llevó 4 años que alguien quisiese hacerlo”, cuenta.
El Bueno, cuyo nombre heredó de su pasado como grafitero, tatuó por su parte la barrica como si de una persona se tratase, aplicando un estilo tradicional old school y, aunque calificó la técnica de bastante diferente, “el compromiso es el mismo porque al final no te da opción a fallo. En las personas si fallas no hay vuelta atrás igual que en la barrica porque, al hacerlo con fuego, línea que haces, línea que queda para siempre”, explica.
El tatuador El Bueno graba a fuego una barrica de Viña Pomal
El artista destacó el vínculo que se creó entre los tres tatuadores que, si bien no compartieron estilos, si lo hicieron con los trucos para pirograbar los barriles, como calentar gradualmente la punta que así funcionaba mejor, los tiempos de descanso que se le daban al aparato o la forma de incidir sobre la madera.
El Bueno agradeció además la iniciativa, que “le da un poco más de visibilidad al mundo del tatuaje y lo integra más en la sociedad porque es cultura, aunque aún le queda un poco por recorrer. Necesitamos que aquí se convierta en una tradición, como en países como Australia o Inglaterra, y no solo en una moda”.
Detalle del trabajo de la tatuada Megan Massacre sobre la barrica de roble
La segunda cita de esta ruta tendrá lugar en Bilbao los días 3 y 4 de junio de la mano del tatuador Moay, seguida de Barcelona los días 10 y 11 de junio con Buffonetti como artista seleccionado. El evento terminará en Haro, La Rioja, el 1 de julio, con la tatuadora Mery Raijin, donde se verterá el vino en las barricas para su crianza.
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