Clos de Gallur Black

Clos de Gallur Black es el resultado de un minucioso proceso de elaboración en el que se ha seleccionado en cada paso sólo la mejor materia prima. Primero en la finca Casa Gallur en Caudete, seleccionando solamente las mejores cepas únicamente de las variedades tempranillo, shiraz y cabernet sauvignon, escogiendo en vendimia los mejores racimos.

La Finca Casa Gallur tiene un tipo de suelo calizo muy árido, clima continental con influencia mediterránea, estricto secano y gran amplitud térmica. Esta finca está ubicada en el término municipal de Caudete, a 600 m de altura sobre el nivel del mar, y se encuentra dentro de las zonas más interiores de Terres dels Alforins donde la pluviometría es aún más escasa dando vinos de inusitada concentración. El municipio de Caudete pertenece en la actualidad a la provincia de Albacete, pero históricamente perteneció al Reino de Valencia. Después de la Guerra de Sucesión de 1707 Caudete fue declarada rebelde y se anexionó a la Corona de Castilla. Debido a su ubicación dentro de la “Vall dels Alforins” y a su carácter histórico, la Finca Casa Gallur es un terroir de excepción donde se permite elaborar vinos de la Denominación de Origen Protegida Valencia.

Para la crianza de esta edición limitada se han empleado barricas de roble procedente de los bosques de Allier, concretamente de Radoux y Hermitage, dos de las más prestigiosas tonelerías de Francia. Únicamente se han embotellado las cuatro barricas que más han destacado en cata. Unas barricas muy especiales que confieren a Clos de Gallur Black una complejidad y un carácter fuera de lo habitual. Posteriormente este vino sigue creciendo en botella.

Aroma: intensidad aromática muy alta con notas de chocolate amargo, vainilla y café recién tostado. La fruta se presenta fresca, en su punto óptimo de madurez, conservando la reminiscencia de las flores de lavanda aún arraigadas al tallo, recuerdos de piruleta y hueso de cereza con leve toque de casis. Sensación balsámica mentolada y de resina. Yogur de frutos rojos, caramelo fundido. El vino evoluciona, crece y se expresa con mayor complejidad a cada agitación, saca un carácter noble muy bordelés.
Boca: es amplia y estructurada, cobra protagonismo su tacto arenoso de tanino pulido y elegante. La acidez y la calidez se hilvanan y apoyan entre sí. Ampliamente mediterráneo, es sabroso y poderoso sin agobios ni estridencias. Da pistas para soñar con un gran crecimiento en botella. Serio, elegante, intenso e inquietante. Su recuerdo en el paladar es casi eterno.

Si quieres conocer más sobre este proyecto que recientemente ha cumplido su 140 aniversario, no puedes perderte el vídeo que te dejamos a continuación: