Celler del Roure: Sensaciones mágicas a los pies del Guerrer de Moixent

Jaime Nicolau

Las bellas tierras de les Alcusses, en Moixent, esconden uno de los tesoros más preciados del vino valenciano. Celler del Roure es uno de esos proyectos que ponen a Valencia en el ‘mapa mundi’ del vino de la mano de la familia Calatayud, especialmente Paco y su hijo Pablo, uno de los viticultores que se aventuró hace unos años a cambiar la historia de un sector absolutamente granelista hace tres décadas.

Celler del Roure ha ido cincelando un enclave bellísimo en el que el paisaje cautiva y prepara los sentidos para que la experiencia se convierta en mágica. En la visita explican el por qué de un proyecto en el que conviven varias maneras de elaborar, de lo antiguo a lo moderno, pasando por lo clásico. Uno de los momentos estelares de la visita a Celler del Roure es la bajada a la Bodega Fonda, la gran joya que descubrió la familia Calatayud en el que las «bellas durmientes» (tinajas de barro) envejecían y moldeaban los vinos. Hoy en ella nacen algunos de los vinos más importantes de la bodega. 

La experiencia tiene un broche de oro con una degustación de vinos y productos artesanos de la comarca a los pies del Poblado Íbero de La Bastida de les Alcusses. Todo con una dosis extra de pasión que se percibe cada segundo y cada trago. Es imprescindible concertar cita.

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