4 abril, 2024
Pedro G. Mocholí
No me digan por qué, pero me gusta repetir ciertos hábitos, y repetirlos con cierta asiduidad, manteniendo una tradición. Y esta situación la mantengo en muchas situaciones de mi vida, pero donde más las respeto y perpetúo es en las gastronómicas.
Como todos los Viernes Santo tengo una mesa reservada en Casa Montaña. Primero, con mis amigos visitamos las procesiones de la semana marinera de El Cabañal, y después cenamos en la taberna marinera. Esta cena la vengo realizando desde hace unos 10 años, y la pienso seguir manteniendo por tiempo indefinido, demostrando mi gran pasión por conservar las tradiciones.
En las Fallas del año pasado, unos amigos de la Falla Ramón y Cajal / Espartero y yo nos acercamos a comer a Casa Eusebio. Yo ya había ido en varias ocasiones y las sensaciones que siempre presidían mis visitas eran las de la honestidad. La honestidad en la oferta gastronómica, en el servicio, en la atención, y por supuesto, en la nota.
Por ello, varias semanas antes de que la ciudad celebrara las fiestas vicentinas, ya había realizado la correspondiente reserva, primero para garantizarnos la mesa, y segundo para recordar las más que positivas sensaciones que tuvimos de nuestra anterior visita. Sumando a mis tradiciones gastronómicas la visita a Casa Eusebio en Fallas.
Después de La Mascletá nos acercamos a Casa Eusebio en la C/ Almásera, 3, no se confundan, pues además de este local en nuestra ciudad, también posee otro en la Gola de El Perellonet.
Desde el primer momento, la oferta que mantiene Eusebio es la del producto; materias primas de calidad y buenos géneros tratados con la naturalidad de una sencilla cocción o con la precisión de una plancha, dejando que el producto se exprese con la mayor de las naturalidades, y por supuesto, aquí las salsas están proscritas.
Comenzamos con unas anchoas López, que siguen manteniendo una constante excelencia. Si hay que valorarlas siempre de manera positiva es por esa perfección que ofrecen todas sus conservas, y con un simple pan tostado o sin tostar, las encontramos deliciosas.
Recién hervidas nos llegan la quisquilla de Santa Pola, ofreciendo una exactitud digna de un maestro. La importancia de la cocción radica en el tiempo que pasan en el agua, que apenas llega al minuto, dejando unas quisquillas resplandecientes y jugosas.
Seguimos con un calamar a la plancha, acompañado de unas habitas de la huerta, dándole un toque vegetal al plato. Llegados a este momento, llega la cazuela de angulas a la bilbaína (con ajos y guindillas), y es cierto que cada vez que las como, me van gustando más. Hay que reconocer que han llegado perfectas, en su justo punto de aceite, de ajos y guindillas. Una vez acabadas, llegan los huevos fritos, que se depositan en el aceite restante, y la verdad, saben a gloria, creo que es el mejor momento.
Para acompañar hemos elegido Tantum Ergo Rosé de Bodegas Hispano Suizas, una elección muy aplaudida por todos los comensales, y que da la bienvenida al último plato de la comida, y que es la especialidad de Casa Eusebio: lubina a la plancha.
Un ejemplar que sobrepasa los 2 kilos, acercándose a los tres y que resulta más que perfecta, gracias a ese implícito paso por la plancha, que aúna la cocción, encontrando una carne sonrosada y muy sabrosa. Reconozco y no me duele hacerlo que esta lubina está a la altura de la que tomé en verano en Tirado Cordel.
La verdad es que Casa Eusebio año tras año se posiciona con un restaurante de producto, siendo una referencia para los amantes de los pescados, mariscos y crustáceos (son unos verdaderos especialistas), nos ofrecen también buenas carnes, pero son los pescados salvajes de los que son unos verdaderos maestros.
Se advierte al usuario del uso de cookies propias y de terceros de personalización y de análisis al navegar por esta página web para mejorar nuestros servicios y recopilar información estrictamente estadística de la navegación en nuestro sitio web.
3 comentarios en
Castillo el 5 abril, 2024 a las 11:31 am:
Completamente de acuerdo con todas sus apreciaciones Sr. Mocholi.
Nunca nos cansaremos de ir a casa Eusebio.
Emma el 9 abril, 2024 a las 2:04 pm:
Como bien dices , excelente , con materias primas buenas ,,, no hay q disfrazar, solo disfrutar
Dolyo el 10 abril, 2024 a las 12:29 am:
El restaurante Casa Eusebio de el Perellonet también lo conocemos por sus precios de turista y el trato algo mejorable de sus camareros/as. Difícilmente volveré a este sitio para evitar pagar 8€ por una jarra de cerveza fatalmente servida (la mitad del litro era espuma) y un bocadillo con pan descongelado.