Bodegas San Dionisio; el resultado de los agricultores-emprendedores

Enrique Solves Leonés

Todo empezó en el año 1957 cuando un grupo de agricultores de Fuenteálamo (Albacete) se asociaron en forma de cooperativa formando la Cooperativa del Campo «San Dionisio», que es lo que  hoy en día conocemos como Bodegas San Dionisio Sociedad Cooperativa. Todos los socios fundadores supieron compaginar su trabajo de agricultor con el de emprendedor. Lo más curioso es que tenían valores que las empresas buscan en la actualidad, como la obtención de cosechas con instrumentos agrarios de la época para conseguir un producto ecológico, de calidad y 100% natural. Al final este esfuerzo generó riqueza en cada socio agricultor, ocasionó así un vínculo ideal entre la tierra, la vid, la meteorología y la mano del hombre.

Bodegas San Dionisio (DO Jumilla) trabajaba y trabaja con la variedad por excelencia de la zona: la monastrell. Aunque también fue incluyendo otras como la syrah, petit verdot o verdejo. Durante todo este tiempo han ido elaborando vinos de forma artesanal y tradicional, pero sin renunciar a los avances tecnológicos tan presentes e importantes en el sector vinícola como la fermentación controlada, la extracción de polifenoles y los rigurosos y estrictos controles sobre la calidad.

Fruto de este trabajo, no es para nada de extrañar que Bodegas San Dionisio haya obtenido premios nacionales e internacionales en estos últimos años, en los que la bodega ha estado presente en muchas ferias en el extranjero y en nuestro territorio.

Al tener condiciones climáticas y un terreno de zona  ideal para el cultivo de aceite, Bodegas San Dionisio es un productor de aceites  virgen y virgen extra de excelente calidad asociados a la IGP Aceite de Hellín.

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