25 marzo, 2021
Pepelu González
Fundada en 1946, en condición de cooperativa por un grupo de 139 agricultores que decidieron unirse para mejorar la calidad de los vinos de la zona de Yecla, Bodegas La Purísima lleva 75 años siendo la líder del sector en esta denominación de origen tan particular. Bajo el sello de «calidad y autenticidad» sus terrenos constituyen el 60% de la DO Yecla, con una producción de, aproximadamente, diez millones de litros anuales. En la actualidad, más de 200 socios aportadores y alrededor de 1100 asociados componen la cooperativa, bajo la idea de poner en valor los esfuerzos de los pequeños productores por defender el producto de la tierra.
Tras veintinueve años de arduo trabajo, la cooperativa consiguió la denominación de origen en 1975, haciendo de ella la única cuyos límites están expresamente marcados por el propio municipio de Yecla, al estilo de las más prestigiosas AOC francesas. Los años noventa llegaron con buenas nuevas, fue entonces cuando la bodega consiguió una de las mejores elaboraciones de su historia, el Iglesia Vieja Crianza, un producto que sirvió para abrir la puerta a otros grandes vinos. En la actualidad, casi la totalidad de sus referencias han sido galardonadas en diferentes certámenes.
La uva monastrell es su variedad autóctona y buque insignia de sus vinos. Más de 100 hectáreas de viñedos de esta variedad tan típica de la Región de Murcia en pie franco. Aquí la uva se encuentra en su hábitat natural, lo que hace que adquiera sus mejores características.
De esta nace uno de los productos estrella de Bodegas La Purísima, el Trapío 100% monastrell, reposado en barrica francesa durante 14 meses. Un vino procedente de viñedos de pie franco de secano de más de cincuenta años. Unas cepas que producen un bajo rendimiento, apenas un kilo por cada una de ellas, pero una calidad suprema. Un producto final color rojo picota intensa, con complejos aromas a cuero, regaliz, tabaco y notas minerales. Un vino que tiene un paso por boca amplio, con un final torrefacto largo e intenso. Su elaboración es un homenaje a la uva de la tierra.
La bodega se encuentra en un edificio histórico de 1953 y cuenta con viñedos centenarios repletos de historia y tradición. En torno a 2000 hectáreas de viñedos, en los que no solo impera la variedad monastrell. En estos terrenos también podemos encontrar otras como: sauvignon blanc, verdejo, moscatel de grano menudo, tempranillo, merlot, cabernet sauvignon, petit verdot, garnacha y syrah.
Su agricultura también está fundamentada en la elaboración ecológica, es decir: cultivando y cuidando la tierra sin utilizar productos químicos. De manera natural. Es un tipo de agricultura fácil de realizar en Yecla debido a las condiciones climatológicas que aquí suelen darse. De hecho, el 60% de la superficie de la superficie del viñedo de sus socios ya goza de estas características. De esta labor nace uno de sus últimos vinos: Filarmonía MSM. De color rojo cereza brillante con matices azul celeste, aroma de moras y frutas negras y con buen cuerpo, equilibro perfecto y un final especiado. Su composición está basada en: 34% monastrell, 33% syrah y 33% merlot. «3 notas musicales interpretadas en 3 variedades de uva diferentes» que homenajean el amor por la música. Recientemente ha alzado su primer premio, la medalla de oro en el certamen CWSA (China Wine & Spirits Awards) Best Value 2021, celebrado en Hong Kong en el pasado mes de enero.
Bodegas la Purísima cerró el 2020, antes de la llegada de la pandemia, con un millón y medio de botellas comercializadas y, como en la actualidad, con la producción de 25 referencias. Siendo no solo la bodega más importante de la DO Yecla, sino también una de las más prestigiosas de la Región de Murcia. Principalmente sus vinos van destinados al mercado internacional, tanto que el 85% de su producción es exportada al resto del mundo, concretamente a más de treinta países. Entre estos destinos encontramos: China, Japón, Corea del Sur, Rusia, Bielorrusia, Dinamarca, Alemania y Países Bajos. Tan solo el 15% se queda en tierras españolas, principalmente en Murcia y en todo el sureste peninsular. Sus vinos pueden adquirirse también a través de su tienda online.
La Covid-19 también ha afectado a Bodegas la Purísima. Esto se ha notado, principalmente, en el enoturismo. La pandemia ha sido la responsable del reducido en número de visitas, puesto que las oportunidades de poder viajar se han disminuido al máximo. En Bodegas La Purísima han sabido adaptarse a las nuevas exigencias sanitarias y se han seguido realizando visitas implementado protocolos de higiene para que el enoturista pueda seguir disfrutando de una forma segura. Ahora que las restricciones parecen ser más flexibles, es cuando se empieza a ver de nuevo una cierta alegría en la población, muchas ganas de salir y de tener nuevas experiencias y es aquí donde el turismo rural, donde se incluyen las visitas a las bodegas, debe ganar importancia.
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