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La vendimia habla español

Jaime Nicolau / Fotos: Vicent Bosch

La vendimia está a la vuelta de la esquina. Como si de un Déjà vu se tratase, o como si estuviéramos viendo un capítulo de Cuéntame con la bodega de los Alcántara en Sagrillas como escenario, la campaña adopta tintes que nos recuerdan a generaciones anteriores. La dura crisis en la que seguimos inmersos, aunque se empeñen en decir lo contrario, lleva al pueblo a reconvertirse en temporeros bastantes décadas después. Se vuelve a hablar castellano en la viña, tanto en la nuestra como en la francesa, hasta la que está previsto que se trasladen 15.000 españoles este año.

Y es que el ciclo de la cepa está llegando al momento de su cosecha. En unas zonas con más adelanto que otras, pero con cierto caos que los expertos atribuyen al cambio climático. Abrirán fuego las variedades blancas en casi todos los casos, aunque este año parece que algo más tarde que en ejercicios anteriores. Una media de 15 días de diferencia si tuviéramos que hablar en términos generales. Las tintas por su parte, siguen inmersas en el envero, el cambio de color del fruto hacia el tinto.

El vendimiador está listo. Esperando la llamada del enólogo de turno que es quién dirige los tiempos. Esperan jornadas muy duras, con el sol apretando de manera considerable, la merienda en el petate y la sombra en la que descansar unos minutos elegida antes incluso de empezar en cada una de las parcelas. Y así se pasarán casi un mes y medio, sacrificándose por llevar a casa un sueldo medianamente digno mientras los políticos siguen jugando a serlo con el aire acondicionado refrescando sus posaderas, enfundados en sus trajes unos, y en sus vaqueros otros. Si no hubiera acuerdo, que parece que no lo habrá, deberíamos mandarlos a vendimiar. Sabrían el esfuerzo que cuesta cada botella que saborean en nobles restaurantes.

Pero esto no puede ser. Seguimos siendo un pueblo blando, porque lo que nos están haciendo no tiene nombre. Así que, ánimo a todos los temporeros de la vendimia. La campaña tiene buena pinta aunque debe rematarla la fase de maduración. Estamos en el momento crucial. Mientras Carlitos, Antonio, Mercedes y Luis siguen preparando su vendimia de ficción. Les iremos contando.