José Antonio López
Una cosa es lo que se dice y otra, la que se hace.
Hay una noche mágica, la del 23 al 24, San Juan. Hay otras, la de San José entre el 18 y 19 de marzo. Ambas grandes y maravillosas. Como también son geniales nuestras fiestas de Castellón. Hermosas. Somos una Comunidad y no por definición sino porque es así. Castellón, Valencia y Alicante. Guapos. Únicos.
La tradición dice que hay que quemar lo viejo y dejar la puerta abierta a lo nuevo. Que se haga.
Saldremos a la calle y a la noche con algunas cosas que resolver. Les digo y esto es palabra de casi “brujo”.
Lleven anotadas en su mente y en su alma, el perdón, el amor, la amistad, la humildad, el reconocimiento, la entrega, el ser y el dar y, sobre todo, la comprensión. Si pueden, cambien la palabra envidia por admiración.
La crítica estimula el esfuerzo, el perdón, da grandeza. Se van a dar cuenta que los restaurantes y locales de ocio de nuestra Comunidad, están llenos. Dejen fuera las exigencias y compartan la amabilidad de las personas que, esa noche, como otras de las que usted disfruta, están a nuestro servicio.
Son Grandes.
Si tiene prisa, váyase a la playa a saltar olas o simplemente coja dos piedras y golpéese los tobillos hasta hacerse daño. Esta noche mágica, nadie está por encima de los demás.
Todos somos uno.
No olvide sus propósitos para la noche y vaya, con precaución, anotando y borrando, mentalmente, todo lo que no le gusta. Todo lo que es bueno para usted…y para los demás. Sueñe en compartir, no en acumular, y recuerde, siempre, que hay que vigilar a quien tienes al lado…porque puede ser un Ángel disfrazado y eso, amigos, en una noche mágica…
Diviértanse y sean felices a tope.
Respeten a los demás y, si es posible, no permitan que la noche de San Juan sea “feliz para muchos y jodida para otros más.”
El Ayuntamiento ha puesto papeleras y puestos de recogida de basuras en muchos sitios especialmente de ocio para este día y noche.
Utilícelos.
Piense que, cuando usted se vaya a casa, soñoliento, después de una merecidísima juerga, hay otras personas que le van a devolver la sonrisa como agradecimiento a que su trabajo sea más sencillo.
Si pide y exige limpieza, colabore con ella. Y aquí no vale la excusa de “una copa de más.”
Perdón.
Cuando esta noche usted haya saltado olas, se haya quemado en las hogueras y se sienta rodeado de amigos, es el momento de sacar su lista mental de cosas grandes, dar un abrazo a la persona que tiene al lado y pronunciar una palabra que, esta, amigos, no es sólo mágica, sino que es eterna: TE QUIERO.
Sean felices.
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