Blanca Handrich
Desconectar, perderse, relajarse. Salir del asfalto y respirar, caminar entre árboles y no mirar el reloj. No necesito ir muy lejos, solo estar lo bastante cerca de la naturaleza como para olvidar la rutina urbana. Hace dos años estuve con un grupo de amigos en la Alquería del Pilar, en Banyeres de Mariola, un conjunto de apartamentos rurales totalmente reformados y decorados con buen gusto para ser funcionales y acogedores al mismo tiempo. Así fue como descubrí Temps, una asociación de alojamientos, restaurantes y experiencias del interior de la Comunidad Valenciana, con la unicidad y la calidad como punto de unión. Y así fue como descubrí que el interior tiene muchas caras.
Los tiempos cambian haciendo variar el significado de palabras y conceptos, ampliando y ajustando los términos, derribando muros y fronteras. Pero el visitante de interior ya no es solo el amante del senderismo con botas de montaña y mochila a la espalda, no hay un estereotipo de cliente. Puede ser un ejecutivo que necesita desconectar de la tecnología, una familia que busca actividades para los niños e instalaciones y cocina de calidad para los adultos, un grupo de amigos que quiere vivir experiencias nuevas. Puedes ser tú o yo. Y la oferta turística de interior ha sabido reinventarse y adaptarse a los nuevos tiempos y gustos, abriéndose a foodies, yoguis, enópatas, deportistas y, en definitiva, a todos los aficionados a escaparse del día a día y respirar aire puro que busquen experiencias únicas.
Practicar yoga en un domo en pleno bosque y completar la experiencia con un programa detox con comida macrobiótica y ecológica es posible en MasQi, una masía del siglo XIX que cuenta con todas las comodidades de un hotel boutique, y un sinfín de programas que renuevan cuerpo y alma. Sonia Ferre, su creadora, experimentó una crisis existencial y aprendió a vivir de forma más plena y consciente, con paz interior, a través de terapias alternativas como el yoga, la meditación o la cocina macrobiótica, un aprendizaje que invita a probar a todos sus huéspedes en MasQi.
Los aficionados a la equitación encontrarán en la Granja San Miguel un espacio singular y único en el que practicar este deporte, con numerosas rutas ecuestres y sendas en plena naturaleza. Dispone de casas de alquiler íntegro o por habitaciones, un restaurante de cocina casera y un sinfín de actividades para mayores y pequeños que van desde la elaboración de cosmética natural y jabones artesanos, observación de fauna, visitas a bodegas o talleres para niños con monitoras tituladas.
Los foodies también encuentran su escapada perfecta en el interior, probando especialidades locales en restaurantes como Farga, en San Mateu, que ofrece productos sanos, ecológicos y de proximidad, muchos de ellos cocinados en horno de leña. En La Vall d’Uixó, el restaurante de Mar de Fulles cuenta también con un huerto ecológico que les provee de exquisitas frutas y verduras que maridan a la perfección con la selección de vinos de su sumiller.
Visita una bodega, eleva tu alma en un globo, descubre el arte de elaborar aceite, saborea embutidos y quesos con reconocimiento internacional. Desconectar, perderse, relajarse. Salir del asfalto y respirar, caminar entre árboles y no mirar el reloj.
Seas como seas, regálate tiempo. Descubre Temps.
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