Mark O’Neill
Siguiendo estos 10 sencillos pasos conseguirás, en poco tiempo, aprender un montón de cosas más sobre el mundo del vino.
1.- ¿Cómo sé si un vino es bueno?
Esta es una duda bastante común y hay que decir que uno no necesita saber mucho de vinos para saber, cuando bebe uno bueno, que la calidad en el vino, igual que en cualquier otro alimento, es una evidencia a la vista de todos. Prueba y decide por ti mismo.
2.- Si cuando bebes o compras un vino sientes curiosidad o tienes alguna duda, pregunta. Es la mejor, y a veces, la única manera de aprender.
3 .- No bebas siempre los mismos vinos. Atrévete a probar vinos diferentes y, recuerda, tu gusto no tiene por qué ser el de la mayoría.
4.- Para apreciar todos los matices de un vino, lo que hay que hacer es pegar un buen trago, pasarlo por toda la boca y sorberlo un poquito antes de tragarlo.
5.- El cierre boca-rosca no es ni mejor ni peor que el cierre boca-corcho. La rosca es un cierre alternativo que se utiliza en vinos para evitar problemas de calidad del corcho. En los países escandinavos, en Reino Unido y en Nueva Zelanda es el cierre más común. Se usa en vinos económicos y en vinos de 50€, incluidos muchísimos españoles.
6.- Otra duda bastante común es el tiempo que puedo guardar una botella abierta en perfectas condiciones. En las tiendas especializadas puedes conseguir pequeños inventos que prolongan la vida del vino. En general, mi consejo es que no lo guardes mucho más de un día.
7.- Es importante elegir bien el tipo de copa a la hora de catar. No es cuestión de gastarse una fortuna, pero es conveniente elegir copas o vasos que tengan profundidad y anchura en su base para que puedas mover el vino y liberar los aromas más fácilmente.
8.- La gran mayoría de los vinos que encontramos en el mercado son jóvenes, y su añada debería coincidir con un año anterior al actual. Los países del hemisferio sur suelen ir una añada adelantados a los del norte por la diferencia de estación. Algunos vinos se elaboran con la intención de que evolucionen y mejoren con el tiempo. Puede ser el caso de, por ejemplo, algunos Riesling alemanes, Riojas y Borgoñas.
9.- El precio de un vino viene determinado por tres factores principales: el coste de elaboración, la cantidad disponible y la demanda. Personalmente, nunca he querido que el precio influya en mi opinión sobre un vino y prefiero catar sin saber su coste. La mayoría de las veces, no es el vino más caro el que más me gusta.
10.- No te dejes intimidar por las descripciones rimbombantes que hay en algunas contraetiquetas. Muchas simplemente se inspiran en otras. Tienes que probar para poder llegar a tus propias conclusiones.
Mi consejo es, que sea como sea, te des pequeños lujos de vez en cuando, ya sea con un café Blue Mountain de Ethiopia, con una cerveza artesanal o con un Syrah de un pago australiano. Disfruta de la vida.
Mark O’Neill
DipWset y fundador de TheWinePlace.es
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