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El vino hace camino en Alicante

Miquel Hernandis

El Museo de Bellas Artes de Alicante acogió ayer martes la presentación de la ruta del vino de Alicante. Un evento con autoridades y profesionales del sector que se reunieron para celebrar la puesta en marcha de este producto turístico –del que bromearon calificándolo de «joven pero con toques de crianza»–. Así, pasa a formar parte de la programación que promocionará Costa Blanca  gracias al empuje que supone esta cultura, característica de la provincia.

José Císcar, vicepresidente del Consell y conseller de agricultura, presidió esta encuentro en el que también participaron Marta Valsangiacomo, Juan Planelles, Joaquín Albaladejo y José Mancebo entre la amplia lista de autoridades que arroparon este lanzamiento. Una unión que se destacó por «el gran trabajo realizado para coordinar acciones entre las administraciones públicas». La ruta del vino de Alicante la presidirá Francisco José López. Con ella se refleja la implicación de los municipios que la integran: Algueña, L’Alfás del Pi, Monóvar, Novelda, Petrer, Pinoso, Salinas, Villena y los municipios de la Mancomunidad de la Vall de Pop (Alcalalí, Benissa, Senija, Llíber, Benigembla, Murla, Parcent, Xaló).

Un reconocimiento que se suma al adelantado la semana pasada de las buenas puntuaciones recibidas en la guía americana Wine Advocate, la coordinada por Robert Parker. En ellas Luis Gutiérrez, el catador de esta publicación, destaca lo “fascinante de la diversidad de Alicante”. Desde la Denominación de Origen local presumen de los «comentarios muy elogiosos en cuanto a la Marina Alta y sus moscateles»,  el repaso que este hace de los suelos y altitudes para los vinos, entre los que incluye las condiciones del Parque de la Mata y las extremas del interior, «lo que permite una frescura y singularidad reflejada en muchos de los vinos». Gutiérrez «alaba la rusticidad de la monastrell y destaca en ella una reminiscencia a esparto, que le da esa expresividad mediterránea, entre hierba-hierba seca».

La guía Parker, como también se la conoce, ha escogido 78 referencias alicantinas. Entre ellas abundan las altas puntuaciones para los tintos y algunos moscateles. Contentos pueden estar en las Bodegas Bernabé Navarro que con 18 vinos catados logra 93 puntos gracias a su Casa Balaguer 2012. Esa misma puntuación obtiene Bodegas Mendoza, a la que le han comprobado 11 vinos, con Las Quebradas 2011, que seguida por Moscatel de Mendoza alcanza los 92.

Otras bodegas bien situadas son Ibérica Bruno Prats (93 puntos para Alfynal 2011), El Sequé 2013 (93 puntos), Sierra Salinas 1237 añada 2010 (92 puntos), o Triga 2011 y 2010 de Bodegas Volver (93 y 92 puntos respectivamente), Sierra de Cabreras VS 21 (92 puntos). En su gusto por los fondillones, Gutiérrez apunta a cuatro referencias, entre las que sobresale Brotons 1964, que consigue esos 93 puntos. Le acompañan también Fondillón Algueña 1980, Alone 1987 de Bocopa y Quo Vadis 1972 de Francisco Gómez.