David Blay Tapia
Podemos imaginar a un ex empleado de banco integrándose en el mundo de las startup a través de las nuevas fintech. Incluso, como ocurre en Inglaterra, a los llamados ‘oldpreneurs’, personas que han salido del mercado laboral y que deciden por fin dedicarse a su pasión. Pero difícilmente concebiremos que un médico, cuya carrera va asociada siempre a una trayectoria más bien larga, tenga que decidirse entre la bata y hacer hamburguesas. Y opte, curiosamente, por hacer lo segundo.
Cuando uno abandona su país (en este caso, Venezuela) para venir a España siempre espera ir a mejor. Y no suele pensar que, como le cierran el bar donde va a tomar algo después del trabajo, la mejor opción sea montarse el suyo propio. Pero iremos más allá: para alguien que ha acabado la carrera de Medicina y ejerce como doctor, que su familia decida apoyarle económica y laboralmente en un proyecto incierto podría incluso ser lo más chocante. Y, sin embargo, es la clave de esta historia.
Andoni Goicoechea (nada que ver con el jugador que lesionó a Maradona ni con el extremo internacional) decidió que le motivaba más hacer hamburguesas que análisis, y puso en marcha en Madrid un lugar al que no solo no entraba nadie los primeros meses sino que le exprimía el poco tiempo que tenía entre guardias.
Allí plasmó la herencia culinaria de su padre, que le llevó a una curiosa fusión entre platos venezolanos como los Teques (palitos de mozzarella) a la hamburguesa ‘Aita’ (padre, en euskera), donde la carne de vaca española fresca, muy roja, picada a diario por su carnicero llega acompañada de queso Idiazábal y pimientos del piquillo.
Pero aquellos que hayan visitado alguno de sus once restaurantes en Madrid tienen un solo nombre en la cabeza: Kevin Bacon. No hay constancia de que el actor haya pasado por ninguno de ellos, pero seguramente no le haría ningún feo al relleno con trozos de su apellido, cebolla crunchy y queso americano.
Y, pese a lo que pueda parecer, el mérito no reside en su concepto culinario. Lo hace en el hecho de desoír las 80 propuestas mensuales que les llegan para abrir franquicias, porque solo pretenden crecer desde la estructura familiar original y hacerlo reinvirtiendo el flujo de caja de cada centro. Es decir, sin pedir un solo préstamo. Aprovechando que un local va bien para abrir otro. Y otro. Y otro.
El ejemplo es Valencia, donde han aterrizado en Martínez Cubells pero hay programadas dos aperturas más: una en la calle de la Paz y la otra en una ubicación todavía por determinar.
Y, como ocurre (y ocurrirá) en su expansión, cada Goiko Grill contará con una hamburguesa única creada por su staff a tal efecto. Siendo la primera de la capital del Turia la bautizada como La Senyoreta, que se planta en el plato acompañada de alioli de ñoras, queso Roncal, hashbrown de batata y bacon, salteado de champiñones portobello, cebolla y pimientos fritos.
¿Quién dijo que la moda de las hamburguesas gourmet había pasado? O mejor ¿no será que un buen servicio es capaz de levantar cualquier negocio gastronómico?
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Un comentario en
Higual el 3 febrero, 2017 a las 12:16 pm:
Tus palabras acerca de GoikoGrill despiertan aún más si cabe mi ferviente apetito y pasión por las hamburguesas y mi irremediable visita a no más tardar para degustar alguno de sus platos