Jaime Nicolau
Hay veces que los estudios científicos se pasan literalmente de frenada y llegan para acribillarnos con lo que nos puede pasar si tomamos esto, consumimos aquello o dejamos de ingerir esto otro.
Sí, vuelvo a hablarles de lo que han estado viendo en los telediarios de todas las cadenas nacionales en los últimos días. El embutido es malo y las carnes rojas el demonio. Luego lee uno el estudio, porque para poderlo poner a parir primero habrá que leerlo, y se da cuenta de que no es recomendable comer dos veces a la semana chuletón de Ávila, embutido de Requena o Aragón o entrecotte de ternera gallega.
Incluso llegan a apuntar a nuestro querido jamón. En definitiva que nos hagamos todos vegetarianos, que luego ya vendrá otro estudio a decirnos que si comemos acelgas todos los días nos iremos al baño «por la pata abajo», que dirían en ‘Algún lugar de La Mancha’. En medio de todo veo en facebook otro estudio que señala los beneficios del vino tinto en la prevención del cáncer.
O sea que sumando todos los factores: dejamos de comer carne, embutido, jamón y nos ‘inflamos’ a vino tinto y viviremos más de 100 años… Déjennos vivir y déjense de gilipolleces.
Justifiquen las subvenciones que les dan para sus estudios de otra manera y no lancen estas alarmas a una sociedad que, por otra parte, se ha pasado su estudio por donde amargan los pepinos. La clave de todo es el equilibrio y lo seguirá siendo. Y a mis queridos colegas de la tele, estrújense un poco la cabeza para llenar los informativos. España adora su embutido, sus jamones, sus corderos, su matanza, su ganadería espectacular y, además, es un sector que mueve miles de millones de euros y miles de puestos de trabajo.
Todavía no he escuchado a nadie que haya sido devorado por un chorizo, golpeado por un chuletón o envenado por jamón de pata negra.
El estudio en cuestión reza que: comer carne procesada como salchichas, hamburguesas o embutidos aumenta el riesgo de sufrir cáncer, según ha concluido un panel de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El dictamen considera que este tipo de alimentos es carcinógeno para los humanos y lo incluye en el grupo de sustancias más peligrosas para la salud junto con el humo del tabaco, el alcohol, el plutonio o el aire contaminado, entre otros más de 100 compuestos analizados anteriormente. El organismo también considera que la carne roja (vacuno, cerdo, caballo, cordero, cabra…) es “probablemente carcinógena”.
¿Cómo que probablemente? Menudo estudio de mierda.
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