Mark O’Neill
Una de las mejores formas de disfrutar de los últimos días del verano y, poco a poco, volver a la rutina, es bebiendo alguno de los vinos de los sitios donde hayas estado de vacaciones. Recordar la puesta de sol, la arena en los pies, el ruido de las olas, y lo mejor de todo, esa copa de vino al caer la tarde, ¡¡qué vida!!
Para revivir esos momentos os sugiero 5 vinos perfectos para rememorar la puesta de sol en el mar Mediterráneo.
Si has estado en Baleares este verano, quizás hayas tenido la oportunidad de probar el ÀN2 de Anima Negra de Mallorca. Este vino tinto está elaborado con Callet y Mantonegre-Fogoneu, un par de variedades autóctonas combinadas con Syrah. Se trata de un vino con aromas complejos, especiados, con recuerdos a cereza, con un toque de violetas y notas ahumadas. En boca, el vino es sedoso y elegante, con intensa fruta madura. Muy bien equilibrado y con un final largo. Sírvelo fresquito estos días todavía muy calurosos.
Grecia es otro de gran destino en el Mediterráneo. Es increíble ver cómo se pone el sol en Santorini mientras te tomas una copa de Assyrtiko, una variedad autóctona con la que se elaboran deliciosos, refrescantes y afrutados vinos blancos facilísimos de beber. No es fácil poder encontrar buenos vinos blancos fuera de Grecia, ya que, tan solo exportan el 20% de su producción pero, si alguna vez has estado en Santorini, habrás probado estos vinos y si no has estado todavía, recuérdalo para cuando vayas.
Otro destino muy popular en vacaciones es el sur de Francia, en concreto el Valle del Ródano. Este es uno de mis lugares preferidos en cuanto a vino se refiere, sobre todo, Crozes Hermitage, en la zona norte de esta región. En verano, los días son muy calurosos pero desde el valle llega una brisa fresca y muy agradable. La Syrah es la variedad principal en la zona de Crozes Hermitage y se caracteriza por su frescura, por sus aromas florales y su fruta en boca. En esta zona hay un productor de vinos orgánicos locales que se llama Gilles Robin. Si alguna vez vais por allí tenéis que probar sus vinos, y qué mejor momento que cuando se pone el sol en el valle, espectacular.
Sicilia es la isla más grande del Mediterráneo, además de ser otro destino muy popular. Desde las playas del sur se puede ver la costa de Túnez y el continente africano. Un vino perfecto para ver cómo se pone el sol desde estas costas sicilianas es un vino blanco de la variedad autóctona Grillo; un vino muy fresco y lleno de notas cítricas.
Y para finalizar, no podemos olvidarnos de la costa valenciana con sitios tan bonitos como Jávea o Moraira donde nos podemos relajar al caer la tarde tomando, por ejemplo, una copa de un refrescante Moscatel seco, por ejemplo Les Freses.
Y tú, ¿qué vinos has disfrutado este verano al caer el sol en el Mediterráneo?
Mark O’Neill
DipWSET y fundador de TheWinePlace.es
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