13 enero, 2017
Bodegas Marsilea, ubicadas en la localidad valenciana de Sinarcas, ha conseguido embotellar, por cuarta vez, un vino dulce elaborado a partir de uva afectada de podredumbre noble, algo poco visto en estas tierras. Se trata del Blanc-quet, un vino dorado, realizado a partir de la variedad gewürztraminer.
Esta bodega, con Sebastián Mancebo al frente, ya fue pionera anteriormente con el primer verdejo valenciano, el primer gewürztraminer y la primera sidra autóctona. Su afán por innovar les ha llevado a ser de nuevo pioneros con este vino dulce de uva botritizada, realizado a partir de la variedad gewürztraminer, que ha pasado algo más de un año reposando antes de salir al mercado. Un vino bastante alcohólico, que se sitúa en la línea de los apreciados Tokaj húngaros.
Las condiciones meteorológicas poco excepcionales que se vivieron en Sinarcas a finales del verano de 2015 fueron una pesadilla para los enólogos. Lluvia constante, humedad, y nieblas matutinas combinadas con fuerte calor durante las horas centrales del día. Sin embargo, Mancebo consiguió transformar lo que aparentemente iba a ser una mala añada, en un vino único. Su continua búsqueda de nuevas técnicas vitivinícolas le llevó a utilizar a su favor estas circunstancias climáticas, adversas para los procesos de maduración tradicionales, pero ideales para que el hongo Botrytis Cinerea concentre los azúcares y los aromas de la uva.
No son vinos fáciles de conseguir. El proceso de vendimia de las vides afectadas por este hongo ha de estar muy controlado, y por ello esta edición limitada es una maravillosa rareza llamada Blanc-quet. Un nombre que contrasta con el potente color áureo de este vino que nos recuerda mucho a los Sauternes franceses. De hecho, su sabor dulce y afinado lo convierte en el aliado perfecto para acompañar a foies y patés, así como a quesos azules y caviar.
Desde estas Navidades ya se puede disfrutar de un vino valenciano exclusivo y diferente, más propio de regiones vinícolas poco conocidas de Rumanía, Alemania, Austria y especialmente de Hungría. Es complicado saber cuándo volveremos a tener la posibilidad de catar esta rareza, que convierte a Marsilea en un ejemplo de innovación dentro de las bodegas valencianas.
Se advierte al usuario del uso de cookies propias y de terceros de personalización y de análisis al navegar por esta página web para mejorar nuestros servicios y recopilar información estrictamente estadística de la navegación en nuestro sitio web.
2 comentarios en
Gemita el 23 febrero, 2017 a las 10:52 am:
Hola!! Donde puedo comprar este vino? Ni siquiera aparece en la web de la bodega…
Fernando Murad el 23 febrero, 2017 a las 10:59 am:
Hola
Esta es la página web de la bodega donde encontrarás sus datos de contacto: http://web.marsilea.es/
Saludos!!