Bilaire

Hoy nos vamos hasta Alicante para proponeros la copa del día: Bilaire de Bodegas Alejandro. Un monovarietal elaborado con uvas de Monastrell, la variedad reina en el territorio de la Denominación de Origen Protegida Alicante.

Bilaire es la zona en la que Alejandro y su familia tienen la bodega, todo el valle rocoso y montañoso que rodea Monóvar, así que no podía tener un nombre que reflejase mejor las tierras donde nace. Así Bilaire significa “tierra mineral y rocosa, hogar de grandes historias, personas y vinos únicos formados con carácter, nobleza y dotados de una gran personalidad”.

En Monóvar, localizado en un valle, rodeado de montañas a 650 metros sobre el nivel del mar, encontramos un clima mediterráneo, con temperaturas medias por el día y frías por la noche. Son saltos de más de diez grados, que acompañado de una pluviometría baja y de la brisa cálida del mar dan lugar a unas uvas idóneas. Uno de los secretos de Alejandro es el punto de maduración: un equilibrio para domar el tanino rústico de la Monastrell y mantener toda su fruta. Así nace Bilaire.

Los racimos de Monastrell que utilizan para este vino son cónicos y prietos, de bayas esféricas, pequeñas y color negro intenso. Piel negra azulada y hollejo grueso. Sus cepas son de vigor medio-alto con porte muy vertical. Maduración tardía con una producción moderada. Y para su elaboración utilizan mostos maduros para generar vinos alcohólicos y destapar el mayor potencial de la variedad, capaz de dar un vino bien estructurado, poco oxidable y baja acidez. Y posteriormente una crianza de 6 meses en barrica.

Color: rubí intenso.

Aroma: frutales.

Boca: vinos carnosos con una acidez baja, largo final y notas florales.

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