Bienvenidos al extraordinario mundo de la mujer caballo

David Blay

Hubo un tiempo donde las personas ‘diferentes’ eran rechazadas por la sociedad. En todos los ámbitos, salvo en uno concreto: el circo. Allí, al exhibir sus capacidades especiales, se ganaban la admiración del público, aunque aquella ilusión solamente duraba ese fugaz tiempo mágico.

Con algunas variedades de uva ha pasado algo similar a lo largo del siglo XX. Movidas las bodegas por la necesidad de subsistir, las modas o la sensación de que lo autóctono no era lo suficientemente bueno, muchas fueron defenestradas. Hasta que hoy, por fin, parece que algunas personas concretas han decidido volver a dar valor a lo cercano.

Pilar Esteve y José Doménech nacieron y crecieron en Fontanars del Alforins. Allí se conocieron, trabajaron, unieron sus vidas y emprendieron un doble proyecto familiar juntos: criar a su hijo Pep y recuperar plantaciones perdidas en la memoria para hacer vinos diferentes. Únicos. En una época donde afrontar un reto así es enormemente complicado por la diversidad existente en el mundo de la enología.

En aquel momento emprendieron el proyecto de Fil.loxera junto a Joan Llobell, donde sus primeros hits no tardaron en ser compuestos: Sentada sobre la bestia, El cordero y las vírgenes y Beberás de la copa de tu hermana están ya en el imaginario de muchos de los gourmets de la Comunidad Valenciana. Y también de otras regiones, por más que su producción siga siendo limitada.

Pero si algo les ha caracterizado en los dos últimos años es una producción de apenas 1.500 botellas. La protagonizada por la uva ‘Ullet de perdiu‘ y ‘Arco‘ (fueron pioneros en su recuperación, cada vez más extendida en la región a raíz de su iniciativa), que han dado color azul y verde a sus dos nuevos productos, introducidos en 2016 bajo la nomenclatura de su primer vino y que hoy cambian para convertirse en algo especial. Es decir, dejan de pertenecer a la Bestia para encontrar su propio universo. Motivados, sobre todo, por la entrada de la nueva variedad Valencí blanca en escena, cuyo nombre no podía sino ir ligado al color naranja.

Bienvenidos al extraordinario mundo de la mujer caballo, mitad mujer, mitad caballo. Una etiqueta que habla de fantasía. De lugares con duende. De personajes mitológicos. Que recuerda a un cartel circense y te lleva a preguntarte a qué sabrá el líquido que lleva dentro.

Un vino formado en tierra pedregosa, en laderas de montañas. Un caldo sostenible que utiliza la flora autóctona como aliada de los viñedos. Cuyo fruto es recogido manualmente. Y fermentado en un garaje que se ha convertido en la seña de identidad de la muy especial bodega Fil·loxera and Cia.

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