14 diciembre, 2022
Mar Lafuente
Para Araceli Martínez es una «suerte» haber nacido en una familia con tierras de cultivo, entre ellas la viña, es por eso que desde bien pequeña ha tenido una relación y un vínculo muy especial con el campo. Una enamorada del mundo del vino y de todo lo que le envuelve desde siempre. Así vive su profesión como enóloga día a día con gran pasión.
Su trayectoria profesional le ha aportado conocimientos, habilidades y riquezas para desenvolverse en este mundo en el que ahora ejerce de enóloga en la bodega alicantina Las Virtudes. Ha trabajado en diferentes bodegas con distintos marcos geográficos en España, además de colaborar con bodegas del marco internacional como Australia y Chile.
A día de hoy está inmersa en el sector del vino alicantino que asegura vive «un momento de reconocimiento y valoración de sus vinos muy positiva. Los alicantinos quieren involucrarse y conocer los vinos que se hacen en su tierra, a nivel enoturístico hay curiosidad por aprender, conocer y disfrutar nuestra cultura y nuestra gastronomía».
Poniendo la vista en el futuro, «hay ilusión, tradición, cultura, buenos agricultores y profesionales en un entorno mediterráneo único y una materia prima excelente, ingredientes para un futuro prometedor», asegura. Aunque también resalta que hay que «seguir trabajando y renovándose según las necesidades, apostando siempre por un producto de calidad, cercano y comprometido».
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