28 November, 2022
Jaime Nicolau
Nadie, ni siquiera los más cercanos, podían imaginar el enorme proyecto que Adolfo de las Heras tenía en la cabeza con Nodus. Su padre había apostado fuerte por la Finca El Renegado hace 37 años, y el empresario valenciano iba a dar continuidad a su legado cimentando un enorme proyecto que se ha ido construyendo paso a paso. Se ha ido cocinando a fuego lento hasta ser excepcional. Adolfo lo tenía en su cabeza y en el camino fue rodeándose de un equipo de su entera confianza que creyeron en él a pies juntillas. Su mujer, Almudena Dehesa, y su ‘hermano’ Sergio Viana se han convertido en dos tremendos pilares para Adolfo y el proyecto de embotellar la belleza de una finca como hay pocas en el levante español.
Y es que Nodus es hoy una referencia obligada en el mundo del vino valenciano, como lo es la empresa familiar Aceites de las Heras. El proyecto está ‘construido’ alrededor de una propiedad excepcional a las puertas del Parque Natural de las Hoces del Cabriel, sobre una antigua colonia en las lindes de Venta del Moro y Caudete de las Fuentes. El Renegado cuenta con cerca de 500 hectáreas en las que el horizonte siempre lo dibuja el viñedo que rodea la bodega, salpicado de un bosque que muestra la puerta de entrada a ese patrimonio natural. Cuenta con una altitud de 800 metros sobre el nivel del mar. Recorrerla por sus serpenteantes caminos es un placer para los sentidos. Es sentir la desconexión más absoluta a la sombra de una de sus ocho maravillosas encinas centenarias, catalogadas como árboles monumentales. Una de ellas preside la bodega y se ha ganado el nombre de ‘La encina de Nodus’ y un lugar en alguna de las etiquetas. Otra es La Señorita, que emerge bellísima entre las viñas.
Y con esta belleza natural como eje vertebrador del proyecto, Adolfo creyó que había que enfocarse en dos objetivos: ser capaces de embotellar un trocito de esa belleza en cada vino trabajando en ecológico y, por otro lado, convertir El Renegado en lugar de peregrinación obligada para los amantes del vino. La primera de las tareas llevaba un añadido muy importante: debían ser capaces de encontrar el camino en la comercialización de esos vinos. Y poco a poco lo han ido logrando. Hoy Nodus es profeta en su tierra y basta con mirar las cartas de vino de los restaurantes de nuestra Comunitat para darse cuenta, pues es difícil no encontrarse con una referencia de la bodega. El otro camino era la exportación. No fue fácil, pero hoy están presentes en varias decenas de países.
El segundo de los objetivos era que esa belleza de El Renegado pudiera ‘tocarse’ y hoy podemos decir que la bodega ha cerrado definitivamente uno de los modelos de enoturismo más excepcionales que uno puede encontrar. Y es que en la finca es posible completar una visita disfrutando de la gastronomía de la zona en el espacio Gastrovino 8 Encinas, donde armonizar los vinos y tradiciones de la comarca mirando al viñedo, construye momentos inolvidables. Y la experiencia puede tener un escalón más, pues el Hotel Entreviñas permite descansar en este mágico entorno. Por si fuera poco, hay que sumar a estos singulares espacios el Mirador de Nodus. Es un lugar con vistas al viñedo, para disfrutar desde las alturas de unas vistas impresionantes al tiempo que se celebra un evento de empresa o una celebración privada.
Y todos esos pequeños grandes tesoros son los que desde hace años ocupaban rincones en la cabeza de Adolfo de las Heras. Pero aquello ya no es un sueño. Es una excepcional realidad.
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