Personajes

“Después de estar trabajando como arquitecta varios años en Londres y Madrid, sentí que debía dedicar mis esfuerzos al negocio familiar y aportar mis conocimientos en algo que mi padre con tanto esfuerzo y cariño había creado. Y así fue como, de la noche a la mañana, cambié mi vida”.

Rafa Cañizares, enólogo de Bodegas Volver, es la cuarta generación de una familia que siempre ha estado vinculada al sector del vino. La tradición y la pasión que ha heredado le hizo hace 15 años fundar el proyecto Bodegas Volver y, hace 10, empezar a crear vinos alicantinos.

El sector del vino ha sido durante años predominantemente masculino, pero los tiempos están cambiando y hay más mujeres que se abren paso. En el territorio valenciano suenan con fuerza voces como la de María Lluch, enóloga y dueña de Lluch and Gastronomy Marketing.

Los modelos cooperativistas emergen en tiempos en los que la empresa tradicional sufre los efectos de una crisis global. Una buena gestión es clave para afrontar los retos del mundo del vino y el aceite. La cooperativa de Viver, nació en 1990 agrupando almazaras artesanales para profesionalizarlas. Cati Corell, directora del área de producto y agroturismo, nos recibe entre viñas y olivos.

Joan Guía, enólogo de Finca Collado, es un valenciano de 40 años que lleva casi media vida dedicándose a lo que más le gusta: el sector vinícola. Estuvo un tiempo trabajando en Fontanars dels Alforins, donde tuvo contacto con el proyecto de Finca Collado, el que ahora se ha convertido en el proyecto de su vida.

El mundo del vino nos deja a diario historias humanas apasionantes. Hoy vamos a hablar con José Manuel Peral, un valenciano de Denia, que con seis años marchó a Alemania y que hace más de dos décadas decidió abrir una tienda de vinos y alimentos delicatessen valencianos en la localidad de Osnabrück. Después se alió con Amazon y actualmente factura 1,2 millones de euros.

Pablo Carrión iba para arquitecto, pero cuando se acercaba el final de sus estudios universitarios, el amor por la viticultura se impuso. “Era lo que me gustaba, y aunque el ejercicio de la arquitectura también es bonito, no me veía encerrado en la ciudad”, cuenta. “Hacia el final de la carrera vas teniendo más tiempo libre, y te preguntas: ¿y yo qué hago aquí, si lo que quiero es estar allí?”. 

No hay castellonense que haya logrado que la sumillería de Castelló llegara tan alto por todo nuestro país como David Buch. Uno de los mayores referentes nacionales de la alta hostelería y cuya andadura dio comienzo en la Escuela de Hostelería de Castelló.

“Tenía un muy bien trabajo, pero no era feliz. En mi familia siempre hemos sido viticultores y yo he estado muy vinculado a la tierra, pese al trabajo. Esta era mi vía de escape, mi paraíso. Hace un par de años me propusieron un ascenso y supe que, si lo aceptaba, compatibilizar esas dos vidas, el campo y la ciudad, la viña y la oficina, ya no sería posible”. Hizo las maletas y apostó por el campo.

Mara Bañó, propietaria de la bodega alicantina Les Freses, está envuelta en una singular historia que ha acabado con un final feliz: enamorada del mundo del vino. Aunque es licenciada en filosofía por la Universidad de Valencia y continuó estudiando Administración y Dirección de Empresas, decidió dar un giro inesperado y estudiar enología en la Universidad de Castilla y León. Gracias a la tradición hostelera de su familia, descubrió el vino como objeto gastronómico y le enganchó totalmente.