Actualidad

Teníamos previsto, justo antes de la pandemia, comenzar a viajar virtualmente una vez al mes por las historias de Nicola Sacchetta, que nos contaría dónde estuvo y con quién para descubrir las numerosas referencias de vinos naturales que ofrece (hasta que se demuestre lo contrario) la Bodega Anyora.

Si algo ha acelerado esta crisis del Covid-19 es la digitalización del comercio. Lo que era una tendencia clara vinculada a las nuevas generaciones, se ha convertido en una absoluta necesidad que ha roto la barrera de la edad. Y según diferentes estudios, se va a quedar para siempre. Si ya era importante estar online, ahora resulta vital.

Como parte de mi rutina diaria durante el confinamiento, he estado leyendo mis viejos libros sobre vino, muchos de los cuales no había vuelto a mirar desde la época en que preparaba mis exámenes relacionados con el vino.

Muchas veces acusan a nuestra generación (y nosotros a las que vienen por detrás) de no haber tenido problemas reales. Como si fuera requisito indispensable haber vivido una guerra, una catástrofe natural o una desgracia cercana para ser capaces de disfrutar de la vida.

Dentro de su apuesta por la cultura y el cine, la Denominación de Origen Rueda se suma a la iniciativa ‘Cuarentena Film Festival’ apoyando la campaña #YoMeQuedoEnCasa, con el objetivo de promover la creatividad desde nuestros hogares.

Desde Bodegas Enguera han querido, sustentados en un artículo del virólogo Juan Emilio Echevarría de la comisión de sanidad de la Sociedad de Conservación y Estudio de los Murciélagos de España (SECEMU), han querido salir al paso de ‘fake news’ que algunos epidemiólogos están lanzando con absoluta falta de ética, sin apoyarlo en ninguna base científica.

Somos de juntarnos, de hacer vida social, de estar con amigos… Lo somos a muchas horas del día pero hay algunas muy señaladas. Una de ellas es la hora del vermú. Es muy español y especialmente muy valenciano esa cita previa a la comida con un vermut en la mano y rodeado de amigos, compañeros de trabajo o familiares.

Hasta hace tres semanas, todos éramos conscientes de que utilizábamos las pantallas más tiempo del necesario. Grabábamos un concierto en lugar de disfrutarlo, fotografiábamos a nuestros hijos en lugar de observarlos o veíamos documentales de viajes en lugar de visitar esas ciudades.

El vino ha vuelto a ocupar un lugar en las mesas españolas con fuerza, regresando a hábitos del pasado entre los que destaca sobremanera la oportunidad de comer y cenar en familia y sin prisa, con la frasca compartiendo lienzo con los alimentos. Es una de las reflexiones profundas que esta crisis sanitaria nos deja: ¿merece la pena vivir a un ritmo tan frenético como el que llevamos?

La ciencia apunta que la música y el vino estimulan el cerebro y la producción de dopamina y, por ende, generan placer y felicidad. Ahora, cuando son más necesarias que nunca las buenas vibraciones, OINOZ presenta un proyecto musical perfecto para provocar la mejor energía. Una ambiciosa plataforma en torno a la música y las brillantes etiquetas que la firma elabora.