Los blancos mediterráneos que no debes perderte este verano (II)

Jaime Nicolau

Hace unos años, cuando comenzábamos a escribir sobre vinos de la Comunitat Valenciana, costaba hacer una lista de diez vinos blancos valencianos destacados. No es una crítica, sino todo lo contrario. Hoy ese ejercicio es imposible y eso denota el excelente trabajo que en este siglo XXI han hecho las bodegas repartidas a lo largo y ancho de toda la geografía valenciana. Tanto es así, que hemos tenido que preparar tres entregas que sumarán 30 vinos blancos destacados, y todavía no será del todo justa, pues nos dejaremos algunos interesantes. Vaya por delante la disculpa.

Vegamar Blanco es uno de los vinos mediterráneos más laureados de cuantos podemos encontrar entre las firmas de la Comunitat Valenciana. Nacido en las montañas del Alto Turia el secreto de su éxito es la combinación de la autóctona moscatel con la versátil sauvignon blanc en una fusión de fantasía.

Anma supone mucho más que un vino. Es la ilusión de la segunda generación de la firma Chozas Carrascal interpretada como un enorme blanco gastronómico. La uva elegida es la macabeo, una garantía de éxito para este excepcional vino de finca.

Si hay un blanco que se ha ganado a pulso el título de ‘best seller’ entre los elaborados en el mediterráneo ese es Nodus Chardonnay. Nacido en las entrañas del mágico entorno de El Renegado, este vino es una garantía de éxito, además de presentar una de las mejores relaciones calidad/precio del mercado.

Si de innovar se trata, puedes darte un capricho con Bobal Blanco de Vicente Gandía. Se trata de un ‘blanc de noirs’ elaborado con sutileza por el director técnico de la firma Pepe Hidalgo. Presenta un sutil tono rosáceo tenue que conquista la vista.

Regresamos a la chardonnay para hablar de la apuesta de Murviedro por los vinos de parcela. Vallejo Avenas es un blanco nacido en tierras calizas, muy pobres, con horizontes de la era terciaria, rodeado de un entorno de bosques mediterráneos, encinas, almendros y plantas aromáticas a 700 metros de altitud.

Y de Utiel-Requena a Terres dels Alforins para adentrarnos en el universo de Casa Los Frailes con Blanc de Trilogía. Se elabora con las variedades sauvignon blanc, moscatel y verdil. Suelos extremadamente calcáreos con limos finos y arenosos. Son pobres en hierro pero ricos en sílice que aporta gran mineralidad, frescura y acidez.

Ya no puede catalogarse de sorpresa, pues llevas varias añadas consolidando una calidad excepcional. Micalet es el vino blanco de Javi Revert. Proviene de variedades autóctonas antiguas de viñas viejas de montaña en una fusión excepcional de malvasía, merseguera, tortosí, trepadell y verdil. Ha sido coronado por Parker como mejor blanco del arco mediterráneo.

Y de un genio a otro, para hablar de Pepe Mendoza y su proyecto de Casa Agrícola. Pureza representa una excepcional expresión del terruño y clima de la Marina Alta. Fermenta y macera junto a sus pieles y raspón en tinajas de barro antes de dormir durante cinco meses junto a las lías.

Disfrutar la vida con una copa de vino en la mano. Ese es el objetivo de Son 2 días de La Baronía de Turís. Es una explosión de todo lo que conlleva la variedad moscatel trabajada como blanco seco. Son flores blancas y también fruta en un trago amable y de grato recuerdo.

Cerramos la entrega con Pasión de Moscatel. Es el hermano blanco de una saga que rinde homenaje a las variedades autóctonas de la Comunitat Valenciana. Frescura infinita y los aromas tan característicos de la variedad moscatel, con esas inconfundibles flores blancas y los tonos frutales de albaricoque y manzana verde. En boca es frutoso, seco, de buena acidez y muy amplio.

Los blancos mediterráneos que no debes perderte este verano (I)

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