Bodegas del Valle: un sueño tejido entre las huellas de un legado

Su filosofía se sustenta en la mínima intervención y en un esmerado proceso de elaboración manual que limita su producción, pero da vida a referencias de gran calidad.

Berta M.ª López

Ubicada en la apacible aldea de Los Cojos, a escasos kilómetros de Requena y a las orillas de las majestuosas Hoces del Cabriel, se alza Bodegas del Valle. En este idílico escenario, la tradición y la cultura del vino se fusionan para dar vida a una acogedora casa de vinos de pequeñas dimensiones, donde la pasión de Ricardo del Valle y Mireia Vera se refleja en cada viña y cada botella. Juntos han conseguido hacer realidad un sueño que han tejido con una fuerte dedicación. Un proyecto de enorme valentía que ha encontrado en la sencillez la magia de su éxito. 

La filosofía que impulsa su trabajo se sustenta en la mínima intervención y en un esmerado proceso de elaboración manual que limita su producción, pero da vida a referencias de gran calidad. Cada etapa del proceso, desde la vendimia hasta la crianza, se realiza con especial cuidado, marcando un compromiso inquebrantable con la artesanía y el respeto por la esencia de la uva. En este rincón, las cepas se levantan como guardianas de un legado que trasciende el tiempo. 

La bodega, restaurada meticulosamente por el propio Ricardo, se erige como un edificio que atesora una rica historia vinícola que se remonta a 1941, cuando su bisabuelo comenzó a elaborar vinos en este mismo lugar. El interior conserva las huellas del pasado en forma de antiguas herramientas agrícolas y un carro ancestral que aún cumple su función durante la vendimia. En sus paredes, cuelgan aperos que cuentan relatos de esfuerzo y solera, un patrimonio muy valioso del que se siente orgulloso.

Entienden la viticultura como un trabajo de precisión, siempre buscando un equilibrio en el viñedo que asegure su longevidad. Las cepas viejas de bobal cultivadas en vaso representan un valioso tesoro que merece ser protegido y cuidado. Por ello, la bodega aboga por la preservación de las variedades autóctonas, que han demostrado una excepcional adaptación a las condiciones de la zona. La DO Utiel-Requena despliega un mosaico de terruños, cada cual imbuido de una naturaleza singular que se revela en los matices del suelo, la altitud, la exposición solar y otros factores que confieren a cada rincón un carácter único y distintivo. El compromiso de Bodegas del Valle es encontrar las mejores formas de expresión de cada uno de ellos para manifestar en cada botella la identidad de una zona muy valiosa en términos enológicos. 

Su deseo de compartirlo con el resto del mundo lo han materializado en una gran apuesta por el enoturismo. El paraje que envuelve la bodega ofrece una estampa de ensueño para quienes buscan una inmersión en el mundo del vino y desean descubrir los secretos que encierra cada referencia. Los recorridos por las parcelas permiten conocer de cerca las variedades autóctonas y disfrutar de su paisaje. La primera aventura comienza con una visita al viñedo en un Land Rover Defender y continúa con una cata de vinos y aceite. La segunda opción incluye una visita y almuerzo en el viñedo con tres vinos de la bodega maridados con productos de km0 y una cata de aceite. La tercera propuesta, perfecta para los más activos, incluye una ruta de senderismo entre viñedos para terminar con una visita a la bodega y cata de vinos con aceite. Cualquiera de las opciones será una experiencia inolvidable. Disfrute y deleite en su máxima expresión.

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