Huella de Garnacha

Huella de Garnacha
Vegamar
DO Valencia
100% garnacha

Hoy queremos proponeros un vino joven, con entrada amable y un paso en boca estructurado con el sello de calidad de la Denominación de Origen Valencia. Hablamos de Huella de Garnacha, una referencia que elabora Vegamar exclusivamente con la variedad garnacha. Forma parte de la familia ‘Huella’, una gama con la que la bodega valenciana quiere transmitir la dedicación del cultivo y la recolección del vino. Son la marca del esfuerzo humano, el mimo y los cuidados puestos en la viña, la perseverancia del trabajo diario para conseguir la excelencia en los procesos y conseguir el mejor rendimiento de la vid, para extraer la mejor calidad en cada racimo de uva.

Huella de Garnacha hace referencia a la huella del fruto, al resultado del esfuerzo y del esmero: ‘el racimo de uvas’. Representa la huella del fruto, la culminación del esfuerzo humano a lo largo de todo el proceso, además de ser el reflejo del resultado de todos los pasos dados en el cuidado diario, de la forma de la poda y de la recolección en la vendimia.

En suelos calizo-arcillosos y bajo un clima continental con influencias del Mediterráneo, nacen las uvas de garnacha con las que elaboran este vino. Seleccionan las mejores, las más maduras del viñedo, y las vendimian por la noche para aprovechar el frescor y evitar la oxidación durante la vendimia hasta la bodega. Disponen de remolques tolva que van directamente de la viña a la bodega.

La vendimia la recepcionan durante toda la noche en la bodega y proceden al despalillado y estrujado. Aplicamos CO2 líquido a -30°C para enfriar la vendimia en línea a 10°C y evitar oxidaciones en el mosto. Maceran tres días a 12°C con remontados abundantes y una vez iniciada la fermentación dejan subir a 28°C la temperatura para obtener el color y agotar el azúcar. Microxigenan los vinos para estabilizar el color y realizan la maloláctica en depósitos con su selección de cultivos de bacterias lácticas.

Color: rojo rubí con reflejos morados.
Aroma: de intensidad alta, con mucho aroma de fruta roja, grosella, compota de fresa, buena complejidad y con ligero recuerdo de madera de roble nuevo.
Boca: carnoso, lleno y estructurado. Tanino suave y redondo con acidez equilibrada.

Un vino que combina perfectamente con arroces de carne, embutidos de cerdo a la brasa y carnes rojas.

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